Lo primero: Scrubs tiene mérito porque es una de las pocas series que se atreve a utilizar el surrealismo al máximo para hacer reír.
Y es que la genial serie de Bill Lawrence, se aleja de una manera asombrosa de las series cómicas americanas habituales.
Y en parte su éxito se debe a los guiones ingeniosos y realmente eficaces y también debido a los personajes y a su fantástico grupo de actores que realmente convencen.
Zach Braff hace un muy buen papel como JD, un personaje fantástico que además de tener sus amoríos y desamoríos con Elliot Reeve (Sarah Chalke) tiene una cabeza digna de investigar. Sarah Chalke hace bien de barbie tonta y está muy divertida al igual que Donald Faison. Y luego están los personajes arrogantes en la serie que son los puntos fuertes. Esos son el conserje (Neil Flynn), el doctor Perry Cox (John C. McGinley) y Bob Kelso (Ken Jenkins).
El mejor para mí es Neil Flynn porque es un personaje muy raro que habitualmente tiene como objetivo destrozar la vida de JD. Aunque a veces JD se la devuelve.
Pero el personaje de McGinley (habitual de Oliver Stone) está muy bien y tiene muy buenos diálogos.
Además la serie tiene un montón de cameos de famosos: Scott Foley como Shawn, Tara Reid, Brendan Fraser, Tom Cavanagh y la última aparición de Michael J.Fox (en un papel genial).
Lo dicho, una de las mejores series americanas de la última década.
Pena que terminase.