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España España · Granada
Voto de Kikivall:
5
Drama. Romance. Comedia. Intriga Epopeya romántica sobre tres amigos que se ven envueltos en una de las tramas secretas más impactantes de la historia de Estados Unidos. Basada en hechos que se mezclan con ficción.
13 de noviembre de 2022
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Epopeya con visos claramente románticos, donde tres amigos se ven metidos, como quien no quiere la cosa, en una de las tramas secretas más impactantes supuestamente, de la historia de los Estados Unidos, lo cual que dicen basado en hechos donde se mezcla la realidad y la ficción.

Empieza bien la cosa, blandiendo la premisa del falso culpable en la que puede intuirse la turbulenta biografía reciente de su director. Posteriormente pasa a una fase donde destaca una especie de delirio que hace pensar en la idea de que para que el filme funcione, será necesario que el doctor Burt Berenson (Bale), se pase de rosca con los estupefacientes. Lo cual como que da para que la cinta salte de género de forma inopinada, pasando de historia de detectives, a la política ficción, la comedia screwball o el gore.

En los inicios está el anuncio que dice: “Gran parte de esto realmente sucedió”. Y su director, pretende hacer creer que su filme es una especie de historieta del mal conocido “Golpe de la Casa Blanca”, en el cual una camarilla de ricos empresarios estadounidenses conspiró para derrocar al presidente Franklin Delano Roosevelt, y engañar a un general llamado Smedley Butler, para que dirigiera su organización de veteranos fascistas.

Línea argumental llevada a cabo de manera que resulta algo pesada, con otras historias paralelas, entre otras un triángulo amistoso-amoroso.

Reparto de lujo capitaneado por Christian Bale, Margot Robbie y John David Washington, secundados por actores de la talla de Robert De Niro, Anya Taylor-Joy, Rami Malek y otros. Grandes actores desaprovechados.

El asunto es así: Bale interpreta a Burt Berenson, un caricaturesco y singular médico experimental, excombatiente, que ayuda a los veteranos que fueron heridos o desfigurados en la Primera Guerra Mundial, muchos de los cuales hombres sufren fuertes dolores, y a los cuales administra analgésicos potentes como la morfina. El mismo Berenson volvió de Francia tuerto y con un ojo de cristal que a cada tanto, a lo largo del filme, se le cae al suelo.

John David Washington es Harold Woodman, viejo amigo de armas de Berenson y ahora exitoso abogado. Y Margot Robbie es Valeria Voze, una valiente enfermera que a ambos salvó la vida en un hospital de campaña tras ser alcanzados por la metralla de una bomba, la cual que, además, es una artista surrealista y extravagante.

En un flashback extendido vemos las sólidas bases de la amistad para toda la vida de este trío que es feliz en un tiempo de postguerra y charlestón en Ámsterdam, justo al final de la contienda. Aunque la verdad, todos estos pasajes carecen de un adecuado guion que los sustente y escasean de chispa o pasión auténtica y genuina, o sea, resultan algo artificial.

La batuta y el libreto de David O. Russell hace malabares e incluso acierta en contadas ocasiones a coordinar los movimientos de una trama hiperbólica, confiado a los intérpretes, y una reconstrucción plan retro de la época.

Todo ello con las oscilaciones y los vaivenes de una historia que interesa por momentos, otras veces perturba y desconcierta, también aburre, y que adquiere una insólita velocidad en la parte final.

En general, Russell no alcanza a equilibrar todos los llamativos elementos que intenta mezclar en la obra, como tampoco coordina bien a ciertos personajes y situaciones que quedan, así, como deslavazadas del conjunto.

Intenta ser thriller de conspiraciones, a la vez drama romántico, también comedia negra, un poco de policial y una pizca de screwball comedy.

La cinta deviene caótica, cursi en ocasiones, fallida, al punto, quién sabe, de que podría considerarse en un futuro peli de culto, pues luego las cosas pueden llegar a extremos poco lúcidos e inesperados.

Creo que Russell peca de un exceso de ambición y de avidez, y consigue asfixiar su propia película, siendo que presenta un producto muy embarullado, con objetivos poco claros y situaciones pseudocomplejas que van a gran velocidad; actuaciones llevadas a un límite poco comprensible, un encadenamiento de escenas y episodios que resultan farragosos, difíciles de seguir, y un estilo que no casa bien con el anhelo de entretener, en el mejor sentido del término.

Publicada en revista Encadenados: https://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6718-amsterdam-1
Kikivall
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