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Voto de Stephen De Niro:
7
Intriga. Drama. Cine negro. Thriller Tras realizar un atraco en el que han muerto dos personas, Ben Harper regresa a su casa y esconde el botín confiando el secreto a sus hijos. En la cárcel, antes de ser ejecutado, comparte celda con Harry Powell y en sueños habla del dinero. Tras ser puesto en libertad, Powell, obsesionado por apoderarse del botín, va al pueblo de Harper, enamora a su viuda y se casa con ella. (FILMAFFINITY)
17 de junio de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clásico del cine que podemos clasificar como thriller dramático, intriga o cine negro, y que a pesar de estar muy bien considerada, no obtuvo el reconocimiento del público ni de la crítica en su día.

Ben Harper comete un asesinato a cambio de 10.000 dólares, que serán guardados en un peluche por sus hijos, bajo juramento de no contarselo a nadie. Una vez en la trena, Harry Powell se entera de que el dinero lo tiene escondido fuera, por lo que al salir irá a buscarlo, introduciéndose en la familia de Harper.

Se desarrolla en el contexto de una sociedad pobre, machista, de fuertes valores y extremadamente creyente, por lo que Powell, el predicador, irá ganándose adeptos con sus sermones cristianos y su aparente bondad.
Critica el fanatismo religioso, la hipocresia social, es decir, la corrupción del ser humano de sus valores a cambio de conseguir beneficios, y expone la fuerza y claridad moral de los niños frente al inseguro mundo adulto, que les permite ser felices.

Convence por su estética visual cuidada en la que contemplaremos con enfoques interesantes un escenario rústico con paisajes preciosistas. Pese a haberse podido hacer en color, el director le quiso dar un toque mítico, ayudado por un buen uso de las sombras, reseñar la escena en la que aparece la sombra de Powell reflejada en la pared que asusta a los niños. Goza de encanto, ya que mezcla la ternura de los niños con la maldad del predicador. Para la época posee un argumento transgresor e inquietante, idóneo para crear un matíz tenso y angustioso, que pese a lograrlos en parte, se podría haber aprovechado mucho más.

El guión es discreto, y la trama se desarrolla forzadamente pasando de escena a escena sin ofrecer la suficiente información para llenar al espectador y darle credibilidad al desarrollo, con partes interesantes de poca duración y partes insulsas que se alargan. La falta de credibilidad de algunas situaciones es uno de los aspectos negativos que le hará perder fuelle en la actualidad, ¿Cómo es que Willa, la mujer, no va a la cárcel a preguntarle a su marido la ubicación del dinero? o ¿Cómo es que los niños se escapan continuamente de un ex-presidiario? o ¿Cómo Powell encuentra siempre a los niños?

Robert Mitchum (Powell) encarna a la perfección el papel de malvado. Inquieta con su presencia. Es un predicador astuto y codicioso sin escrúpulos que pretende enrriquecerse a toda costa. Haciendo uso de su labia cristiana y de una falsa apariencia de bondad penetra en la familia y se va ganando la confianza de los niños y demás adeptos, mostrandonos los minutos más brillantes del film.

Una segunda parte del film se basa en la supervivencia de los niños, culminando con un final tibio y didáctico.

Entretenida y curiosa, visualmente excepcional, con un escenario y contexto idóneo, e inquietante para la época, se convierte en una buena película gracias a la fuerza de Mitchum y al sentido fabulístico de la obra.
Stephen De Niro
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