La particular filosofía del moralmente cuestionable concepto de la justicia, que muchas veces se relaciona con 'el deseo de vivir' que tiene un individuo en cuestión, (bastante curiosos eso) que Jigsaw logra seguir impulsando una vez bajo tierra cobra fuerza y significado sobre todo en los momentos en los que el actor Tobin Bell hace acto de presencia en la pantalla. Aún logra enmudecer a un espectador que renegó del tercer capítulo de la saga, por su absoluta y total deficiencia argumental, así como por su incontestable vacío en todos los sentidos.

No obstante, la fascinación ya tampoco es como la de antes. Costas Mandylor da el tipo como malo inquietante, serio, poco expresivo, parco en palabras, pero resolutivo, pero la película que cobró fama por ser censurada (inexplicablemente, por otra parte, no hay nada de otro jueves que vayamos a ver los que sabemos qué tipo de película seleccionamos para ver) empieza a perder fuelle en el apartado técnico, pues ignoro si intencionadamente o no, el montaje da la sensación de ser más caótico y menos cuidado, esos incesantes movimientos de cámara en las escenas álgidas, para mi gusto hay un ligero abuso de ese recurso la dan un cierto aire de Serie B. Y la sensación de visto es la primera vez que se empieza a acusar en un espectador al que solo le faltaba por ver esta película para completar el visionado de toda la saga. Creo más probable que esto suceda debido a la sensación de que hay momentos que se han rodado con demasiado apremio (que algún que otro discurso de Jigsaw no me aterrorice es la razón de ese comentario) que de mi posible aumento del espíritu crítico. La credibilidad quizás sea otro de los grandes problemas de esta difícilmente adaptable película a la vida real, no tanto por sus escabrosas matanzas, sino por el complejo conglomerado de circunstancias y casualidades, dispuestas en orden milimétrico, de la que la trama parece depender para cerrarse correctamente. No obstante no creo que sea algo que a los espectadores de esta sexta parte les pille de primeras.

Por lo demás sale indemne de todas las posibles injurias a las que se la puede someter de manera gratuita, se trata de un filme potente, es una buena continuación, que tiene más de blockbuster para adultos que de película de terror, muy entretenida y que se ve en un suspiro.