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España España · Málaga
Voto de Kaori:
6
Western Oklahoma, 1889. Unos hombres acusan injustamente a Jed Cooper (Clint Eastwood) de haber robado ganado y no dudan en ahorcarlo. En el último instante, lo salva un comisario que trabaja a las órdenes del juez Fentom. Aclarados los hechos y demostrada su inocencia, el juez aconseja a Cooper que olvide lo ocurrido y le ofrece un puesto como comisario. Su misión será capturar vivos a los que intentaron lincharlo para que sean juzgados por el juez. (FILMAFFINITY) [+]
14 de julio de 2013
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues sí que tiene delito, sí: encontrarse con Clint Eastwood y querer matarlo. Sin preguntar, a saco, sin juicio y sin avisar a nadie. Lo peor de la conquista del oeste se muestra aquí de manera descarnada a través de unos hombres, no necesariamente malvados, que hacen y deshacen a su antojo. El poder absoluto repartido tiene múltiples tentáculos criminales.

Por fortuna, la cuerda de esta soga profética se niega a ahorcar a Eastwood, y así es como empieza «Cometieron dos errores», western con aire europeo y protagonista heroico y siempre de negro. El arranque de la película promete lo que luego no cumplirá, ya que pierde tensión dramática en pro de larguísima crítica social y duro romance; y digo duro porque el pasado de esta chica, Rachel, es crudísimo, otra muestra de lo que significa vivir a merced del más fuerte pero no del más justo.

Y será la justicia el leit motiv de esta historia, aunque parezca que no es así. Lo que empieza como una típica venganza se convierte en un debate sobre la ley y lo justo, haciéndonos comprender que a veces lo legal no tiene nada que ver con la justicia. El juez Fentom, tremendo personaje, renuncia a la abstracción de este concepto y se adhiere al papel, porque es su única forma de mantener cierto orden en un inmenso territorio poblado de indeseables. De ahí que requiera con tanta desesperación la ayuda de hombres honestos y valientes como Jed Cooper, un personaje completito que es, al mismo tiempo, abogado, ranchero, pistolero y sheriff. Normal que a la triste señorita Rachel se le quiten todas las penas en cuanto los ojos de Cooper/Clint se fijan en los suyos.

A pesar de los altibajos, contiene escenas de impacto y una historia de interés. Bien, bien.
Kaori
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