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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
6
Thriller. Terror Bruno Hamel es un doctor que vive junto a su esposa, Sylvie, y su hija de 8 años, Jasmine. Son la estampa de una familia feliz. Pero una tarde todo cambia su joven hija es violada y asesinada. (FILMAFFINITY)
21 de octubre de 2010
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las venganzas más sangrientas de los últimos años se cierne sobre el celuloide y ni siquiera esos espectadores acostumbrados a la nueva ola de terror francés o subderivados de baja calaña sabrán como afrontar un film como "Les 7 jours du Talion", un film que se presenta tan seco como rotundo. En 7 días, Daniel Grou nos presenta un cuadro dramático que se descompone en momentos de lo más crudos e, incluso, ciertamente discursivos. No me refiero estrictamente que en ellos se halle un discurso o debate (gran acierto en esa faceta de Grou, que sólo muestra causas y consecuencias), sino que en muy pocos minutos comprendemos exactamente que es lo que pretende el protagonista y porque. Su venganza no posee más sentido que ese, tras ella no existe la búsqueda de redención en el personaje que asesinó a su hija, ni siquiera la infructuosa meta de comprender porques que nunca serían respondidos, más bien la sed de lograr que la situación se revierta, que ese tipo lo llegue a pasar tan mal como lo está pasando él mismo. Y es precisamente a través de esas sensaciones, donde la cosa va a más, cuando precisamente ese protagonista comienza a sentirse preso de un vacío inmenso, y a preguntarse en voz alta porque le ha pasado a él, haciendo de ese camino final un duro escollo en su meta de, llegado el séptimo día, poner fin a la vida del que terminó con la de su hija.

Lejos de toda esa hornada que ya menté, "Les 7 jours du Talion" apenas ha causado revuelo como ya lo hicieran en años anteriores films como "Frontiérè(s)" y "Martyrs", y es ahí cuando uno realmente se da cuenta de la diferencia entre un producto y los demás. Puede que aquí hallemos una crudeza inusitada, pero la cuestión reside en a que punto se pretende llegar con todo ello, y como mínimo uno tiene la certeza de que el canadiense compone una cinta lo más honesta que puede con el material que posee y, además, resulta consecuente con lo que pretende retratar, que no es más que la visceralidad de una situación como la venganza, mostrada desde el fuero interno de alguien que pretende llevarla a cabo. Probablemente sus recovecos más difíciles de afrontar, si sabemos hasta donde puede llegar un film de esta temática.
Grandine
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