Si por algún momento las películas se pudiesen clasificar entre aquellas que te dejan sensaciones o "estados" tras su exhibición (placer, enamoramiento, miedo, angustia, reflexividad, asombro, malestar, e incluso, porque no, rechazo) y aquellas que se desvanecen puramente en la indiferencia (probalmente también un "estado", pero unidireccional) Plan de vuelo califica perfectamente dentro de estas últimas.
Evidentemente, lo anterior no significa que el film no resista analisis (lo que haré a continuación), pero, sin ambargo, lo hace transitar por el terreno de lo prescindible (algo así como el "grado de atesoramiento" que cada quién le asigna a una obra).
Veamos: A favor, tenemos una película bien filmada, con un director que trasluce habilidad para manejar algún grado de tensión en un espacio "reducido" y, por supuesto, una Foster muy creíble en su rol de madre - desperada - dispuesta - a - todo.
En contra: Película tramposilla con argumento un tanto inversomil, distractores irrespetuosos con la inteligencia del espectador (Los Árabes) y, quizás lo mas importante (probablemente como consecuencia de lo anterior) desequilibrio en la tensión dramática centrada en el 80% del film en la Foster y sus procesos psicoafectivos (Dolor asociado al duelo, mujer fuerte que debe comenzar de cero junto a su hija, dicotomía entre la incomprensión y el atisbo de paranoia) y ese 20% donde se resuelve el "mistrerio" desde la típica matriz grandilocuente y heroica facilista a la que tan acostumbrados nos tiene el cine made in USA.