Ole tus cojones Cavestany por suicidarte comercialmente una y otra vez con tus películas únicas e irrepetibles fiel a tu espiritu teatral, me imagino que te gustará Ionesco, que marida a la perfección con el cinematógrafo de Lynch y Buñuel en un cine del absurdo donde la condición humana suda por todos su poros.
Hace poco comentaba que el de Calanda debía haberse arriesgado más con las repeticiones en "El ángel exterminador". Pues si quieres caldo tomas tres tazas. Ole de nuevo. Un bucle tan desconcertante, anodino e irritante como la vida misma de esos seres que se necesitan desesperadamente y que buscan la ilusión perdida de una amor que se va resquebrajando por el paso del tiempo, la costrumbre y los miedos que nos atenazan y de los que queremos protejer a nuestra descendencia aún acosta de dejar de ser nosotros mismos, de renunciar al viaje que queriamos emprender y que nunca despegó del barrio en que nacimos.
La incomunicación, otra vez Ionesco, de quienes se hablan pero no se escuchan, de quienes esconden sus fantasias y flaquezas para degustarlas a hurtadillas sin que el otro se entere de que tambien nosotros somos otro. Y muchas más cosas que el espectador que no se salga de la sala a los 15 m, podrá poner sobre la mesa a elección propia después, cuando la película vuelva a sacrificarse para que la diseccionemos en una autopsia colectiva con el resto de la parroquia. Machi y Nieto lo bordan.

El tunelcito de La quinta de los molinos, ese maravilloso oasis al lado de mi casa en Madrid y que tantas veces he atravesado. no es Central Park de Nueva York, pero si te lo propones te lleva a donde quieras llegar.

cineziete.wordpress.com