Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
9
Thriller. Intriga. Drama Benjamín Espósito es oficial de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires recién retirado. Obsesionado por un brutal asesinato ocurrido veinticinco años antes, en 1974, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años. (FILMAFFINITY)
2 de marzo de 2010
35 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Juan José Campanella, el director argentino más destacado de los últimos años junto a Fabián Bielinsky, se desmarca con una obra mayor, que le encumbra como uno de los directores más interesantes de la cinematografía actual. Elegante, emocionante, intimista, dramática, intrigante, romántica, sórdida y delicada; un film de corte clásico y gran impacto emocional, como no se veía en mucho tiempo. El director maneja magistralmente la mezcolanza entre géneros para ofrecer un relato sublime, evocador y crepuscular de un tiempo, lugar y hechos ceñidos a su Argentina natal, conformando un ejemplar drama criminal con mano maestra.

El guión, basado en la novela “La pregunta de sus ojos” de Eduardo Sacheri, funciona con claridad meridiana, con una filmación firme y efectiva. A nivel interpretativo, destaca la impresionante labor de Ricardo Darín como Espósito, secretario del juzgado perseguidor del asesino y Guillermo Francella como Sandoval, su entrañable compañero, amigo de la botella (esas respuestas al teléfono, absolutamente hilarantes…), amén de la meritoria composición de Soledad Villamil como Irene, jefa de ellos dos y sueño inalcanzable para Espósito. Personajes muy bien escritos e interpretados, cuyos devenires consiguen implicarnos y sumergirnos en sus pasiones. Porque de eso trata en definitiva “El secreto de sus ojos”. De cómo nuestras pasiones, lo único a lo que no podemos renunciar, es lo que al final rige nuestras acciones y en definitiva, nuestra vida. Todos los personajes son víctimas o verdugos de sus emociones: el amor de una mujer, el fervor encontrado en el fondo de un vaso de whiskey, el fútbol, la venganza inexorable…

Se ha dicho que si no fuera por su impresionante final, que sí, es acojonante, el film no sería para tanto. Falso, ya que la fuerza de su trama no depende únicamente de su desenlace, sino que en todo momento muestra un pulso narrativo encomiable, sin prisas pero sin pausas, en el que nunca decae el interés. Como claro ejemplo, sobresale el gran plano secuencia briandepalmense del partido. Desde una perspectiva aérea, la cámara desciende al campo de fútbol hasta el personaje de Ricardo Darín, siguiéndolo después en la búsqueda del supuesto asesino, en un tramo de diez minutos fuera de lo común. Impresionante.

Campanella ya demostró notablemente su talento con films como “El hijo de la novia”, “Luna de Avellaneda” y “El mismo amor, la misma lluvia”, pero a mi parecer, esta es su mejor película, la que le encumbra definitivamente como uno de los mayores talentos al otro lado del charco. Todo un máster en cine negro de calidad.
RandolphCarter
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow