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Voto de Vito Corleone:
2
Acción El ex boina verde John Rambo (Stallone) lleva una solitaria y apacible vida en la jungla del norte de Tailandia, pescando y cazando cobras para venderlas. Todo cambia cuando un grupo de misioneros católicos le proponen que les sirva de guía hasta la frontera con Birmania para suministrar medicinas y alimentos a los refugiados asediados por el ejército birmano, que ha hecho de la tortura y el asesinato una práctica habitual. En estas ... [+]
1 de abril de 2010
1 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La violencia gratuita y militarista fue una característica fundamental del cine de la década del 80. Eramos niños y el mensaje calaba. Fue la cuna de los Chuck Norris, los Schwarzenegger, los Lundgren y por supuesto los Stallone. Nos hacían creer que con un par de estos personajes los EEUU hubieran ganado la guerra de Vietnam. El enemigo estaba claro: el comunismo. Y la violencia altamente justificada desde las esferas políticas del reaganismo. Allí, la postura de Rambo como un héroe no se discutía.

Sin embargo, en pleno siglo XXI esta postura es más que discutida. Muchas películas han pasado desde entonces criticando las intervenciones militares estadounidenses; el comunismo ha caído, nos dimos cuenta que los vietnamitas no eran los malos y cualquier aventura bélica es criticada desde todo punto de vista. ¿Quién sería el enemigo común, el malo de la película, después de que en "Rambo III" éste ayudara a los talibanes?¿Cómo encaja Rambo en este nuevo contexto?

Pues Stallone lo hace a través de imágenes de archivo en las cuales nos muestra las perversidades del régimen birmano. Quiere que los odiemos, aunque realmente sepamos poco y nada de lo que allí ocurre. Una vez allí, en Birmania, Rambo recibe la visita de jóvenes que se acercan a la zona por ayuda humanitaria. Es normal, vivimos en una época de proliferación de ONGs. Stallone podría haber elegido entre cientos de ellas. Sim embargo, son misioneros católicos los que elige para que empaticemos con ellos. Y allí los vemos haciendo su tarea humanitaria: leyendo la biblia a los lugareños. Es decir, aquí Stallone no se quedo en los 80, sino mas bien en el siglo XIX. Por eso cuando los capturan y Rambo acude al rescate, uno prefiere que los descuarticen y que el ex boina verde siga pescando pacíficamente con su arco y su flecha.

"Rambo IV" a veces funciona como un remake de "Rambo II": un rescate en el sudeste asiático, un oriental malísimo (al que Stallone también quiere que odies), la selva como escenario, una chica con la que entabla conversación (debates banales sobre la violencia que no llegan a ningún sitio). Lo que no se le puede negar es la sinceridad con la que está hecha: si quieren violencia, aquí hay una de tal magnitud que es la primera película que recuerdo en la que el género "acción" y el subgénero "gore" (normalmente asociado al "terror") se dan la mano. Pero lo cierto es que Rambo está viejo, le sobran unos kilos y botox; y la violencia de la que hace gala acaba cansando...

Rambo, fenómeno de toda una época, no tiene sitio hoy día. ¿Motivos para verla? Curiosidad y nostalgia por los viejos tiempos...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vito Corleone
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