Una apatía constante va orillándonos a brutales depresiones, donde todos tratan de ayudar ya sea con compañía, consejos o antidepresivos, sin saber cual es el meollo del asunto de nuestro estado anímico. Cuando se juega al psicólogo los estados psíquicos se contagian y arrastran a otros a las mismas condiciones cuando uno ya ha superado la crisis y retoma la dirección de la vida que hemos previsto. Ese es el eje de “Los guantes Mágicos” pero todo desde un enfoque humorísticamente negro, convirtiendo el trabajo en comedia complicada, gracias al abatimiento de seis personajes incomprendidos entre ellos y de nosotros como espectadores.

¿Cuál es el impulso de la vida? Aquí cada personaje como en la realidad la gente tiene un móvil y lo externan a cada momento; sus deseos superan todo el valor mercantil y es aquí cuando preguntamos ¿Qué anhelan? Para unos el salir a bailar o escuchar música es insuficiente, mientras que para otros es una necesidad que deben satisfacer.

El cine argentino con aportaciones interesantes, único que a la fecha se mantiene al margen de las tendencias como el terror tan socorrido últimamente en España, Japón o México.