Un hombre recuerda sus raíces de niño cuando era un “zorro vengador” bajo la protección de mamá aunque ahora es todo muy distinto, pese a todo hay algo que no ha cambiado, el amor por su familia, por los suyos.

La película es muy emotiva, los sentimientos abundantes se cortan en finas lonchas, como el jamón de jabugo para degustarlos mejor.

Excelente trabajo de Juan José Campanella que sabe mostrar al espectador los corazones de una familia que disfrutó en el pasado y que ahora sufre por el paso del tiempo.

Buenísimas las interpretaciones de Ricardo Darín y de Héctor Alterio en sus papeles de hijo y padre respectivamente que bordan a la perfección mostrando en todo momento la naturalidad que es innata en ellos.