Aunque no sea una obra audiovisual para tirar cohetes y solo cumpla de forma sencilla como una historia bonita para vender décimos de la lotería de Navidad, tiene una estética bien cuidada y la trama al menos logra su objetivo más o menos.
La trama va sobre la humanidad, los vínculos y la belleza de la naturaleza humana conectado todo a la posibilidad de que la lotería sea una alegría. Lo hace a través de un romance entre alguien normal con quien cualquiera puede identificarse y una extraterrestre bastante maja que pasaba por nuestro planeta.

El mensaje es muy sincero, pues nos explica que tenemos las mismas probabilidades exactamente de que nos toque la lotería de Navidad que probabilidades de terminar liándonos con una extraterrestre.
Un bonito mensaje en un cortometraje publicitario que no engaña sino que se sincera completamente con el espectador.