Mi vecino Totoro es una obra más del genial director de cine de animación japonesa.
Una vez más a los niños les hace disfrutar y a los adultos nos transporta a esa época ya pasada donde en el entorno donde se mueven sus personajes se hacen realidad sus sueños y fantasías.
Con un guión bonito situado en un entorno rural vemos unos preciosos valores humanos, familiares en un momento donde se olvidan y se dejan atrás buscando el sensacionalismo incluso en el cine de animación así que podemos alegrarnos de poder volver a este maravilloso cine sencillo pero profundo.
Una vez más se nos mezcla la realidad de los adultos con la fantasía de los niños llegando a un momento en el que no diferenciamos dichos mundos y ahí se encierra la maravilla de este director.
Preciosa película para cualquier edad pero eso sí que pena no ser un niño de nuevo aunque lo genial de este cine es que te transforma durante una hora y media volviendo a nuestra preciosa infancia.