La tan esperada película ya llegó, después de descubrir hace menos de un año El viaje de Chihiro he visto una tras otra las películas de Miyazaki, hasta que se me acabaron y ya no podía esperar a que saliera la última y ahora recién terminada de ver pido solamente que el gran genio de animación japonesa viva mucho más para seguir ofreciéndonos maravillas como esta.
Llegó Ponyo con una adaptación muy personal de La Sirenita, digo personal porque solamente utiliza como base la historia de amor entre un “pez” y un humano, así como en Chihiro utilizó la idea de Alicia en el país de las maravillas pero copiando la idea base para más tarde adaptarlo a sus ideas, siempre tan originales.
Empezando hablando de la técnica que Miyazaki y que sus estudios realizan, un canto a la técnica más clásica de la animación japonesa, el lápiz por encima de todo, sigue arriesgando en un momento donde parece ser que la animación se amolda a los nuevos tiempos y deja a parte la inocencia dirigida a los niños para ser una animación principalmente dirigida a los más mayores; Miyazaki utiliza con maestría el lápiz consiguiendo auténticas obras maestras, obras inmortales del cine de afinación. Si uno se para a mirar algunos cuadros conseguidos verá el impresionante trabajo de cada una de sus escenas, de ahí el largo tiempo que lleve hacer una película de estas, si uno mira el trabajo de cada película son prácticamente una media de cuatro años por película.
Miyazaki vuelve una vez más a una temática infantil y esta vez más que nunca pues su protagonista nunca había sido tan joven, un niño de cinco años, un niño que le sirve para hablar de uno de los temas propios de sus películas, el amor, pues en cada película que este genio realiza hay un mensaje impregnado en ellas, el amor hacia la naturaleza (películas ecológicas) y el amor hacia el hombre. A pesar de la inocencia de sus historias hay encerradas en ellas una historia entretenida y preciosa para los más peques de la casa y un mensaje de amor para los mayores.
La fuerza y el poder del mar, ese es el tema tratado también en esta película, se habla del Tsunami y de su fuerza destructora, del maravilloso mundo del océano que en él se encierra y de cómo el hombre lo destruye, un sin fin de mensajes escondidos en una preciosa historia de amor.
Continúo en la siguiente parte.