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Mauricio (Isla) Mauricio (Isla) · Albacete
Voto de Pataliebre:
9
Drama Texas, principios del siglo XX. Una historia sobre la familia, la avaricia y la religión. Daniel Plainview (Daniel Day-Lewis) se traslada a una miserable ciudad con el propósito de hacer fortuna, pero, a medida que se va enriqueciendo, sus principios y valores desaparecen y acaba dominado por la ambición. Tras encontrar un rico yacimiento de petróleo en 1902, se convierte en un acaudalado magnate. Cuando, años después, intenta ... [+]
1 de junio de 2008
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vuelta de esos dos genios que lamentablemente se prodigan poco como son Daniel-Day-Lewis y Paul Thomas Anderson prometía ser memorable. Y “There will be blood” será una película que gane con los años hasta convertirse en un clásico del cine moderno, y a mí me gustará mucho más el día en que decida verla en versión original. Ambos se habían ido la última vez con un sabor agridulce con sus últimas películas. Y pese a que Daniel Day-Lewis recibió nominaciones a grandes premios, “Gangs of New York” decepcionó a mucha gente, especialmente a los que esperaban una maravilla de Martin Scorsese, mientras que con Anderson pasó lo mismo, pese a recibir un premio en Cannes, su “Punch-Drunk Love” también se llevó más de una dura crítica que calificaron a su obra de pretenciosa. El regreso de ambos, pese a todo, parecía un bálsamo. La esperaba como agua de mayo ante la ausencia general de buen cine que ha existido en un desastroso 2007, un año a olvidar pese a que excelentes obras como la cinta de Cronenberg lo han mantenido. El resultado final es una obra grandilocuente, excelentemente realizada, excesiva en muchos aspectos. Pero tras su majestuosidad y el uso recargado de aspectos técnicos de su película, se esconde una película en la que Anderson recupera el aroma a cine clásico.

Todo lo que nos cuenta ya se había contado antes, pero en el cine de hoy en el que la originalidad es nula, lo que a uno le interesa es que lo que te cuenten, lo hagan bien. Y Paul Thomas Anderson es un maestro a la hora de narrar. A lo largo de la película, va abriendo y cerrando historias. Y consigue que todas sean fascinantes. Consigues ver como en todas esas historias, con Daniel Plainview y su hijo, con su hermano, con el pueblo, con esa peculiar relación que se establece con Paul Dano, se antepone la historia del personaje que las protagoniza todas. Un hombre al que no le importa nada con tal de llegar a la cima. Si tiene que llevarse a alguien por delante hasta llegar a la cima, lo hace. Si tiene que humillarse haciendo el acto más deleznable y humillante para él con tal de sacar hacía delante sus planes, se humilla. Y evidentemente, con todo lo que acaba sucediendo es normal que lo que clama el título de la película acabe sucediendo. Habrá sangre. Pero esa sangre será fruto del egoísmo, fruto de un personaje que acaba siendo desterrado por todo y por todos, fruto de un hombre que se acaba refugiando en el alcohol y en alejar a las personas que algún día le quisieron.

(sigue en el spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pataliebre
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