Desgarrador film coproducido entre varios países, Bosnia y Herzegovina, Austria, Rumanía, Holanda, Alemania, Polonia y Francia, Noruega y Turkía. Varios de estos países tuvieron que ver de forma directa en los hechos narrados.
Parece mentira que hayan pasado ya 25 años de aquellos, criminales, trágicos, terribles acontecimientos que causaron la vergüenza del mundo entero. Recuerdo bien que cuando veíamos, oíamos y leíamos noticias de todo aquello nos causaba verdadero pavor saber que a muy poco tiempo de un vuelo en avión estuvieran ocurriendo tales luctuosos hechos.
La película narra lo que sucedió en la ciudad de Srebrenica de forma clara, bastante sencilla en cuanto a puesta en escena, pero directa y clarificadora.
La realizadora Jasmila Zbanic logra conmover al lograr una tensión in-crescendo. Lo hace con un trepidante ritmo, unos diálogos certeros y unas interpretaciones excelentes.
Cinta dolorosa, de enorme interés histórico, que resulta cada vez más apasionante y en todo momento, por ello, muy entretenida.
Tiene escenas angustiosas que causan verdadera rabia y se ve con inquietud. Una desazón constante, que causa conmoción y perturba.
Y un final esperanzador, que nos viene a decir que la vida continúa, que hay que seguir viviendo pese a todo y que nos quedan los niños para sanar las profundas heridas producidas tanto en la carne como en el corazón.
El horror de la guerra, de la crueldad y también del amor familiar, con una mujer luchadora que trata en todo momento de proteger a su familia en medio del caos, la desorganización y la cobardía de quienes tenían que proteger a los más inocentes.
Una película muy buena, que opta al Óscar al mejor largometraje internacional. Veremos si tiene suerte.

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