Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de JGC:
8
Drama Narra una serie de reencuentros en la vida de Salvador Mallo, un director de cine en su ocaso. Algunos de ellos físicos, y otros recordados, como su infancia en los años 60, cuando emigró con sus padres a Paterna, un pueblo de Valencia, en busca de prosperidad, así como el primer deseo, su primer amor adulto ya en el Madrid de los 80, el dolor de la ruptura de este amor cuando todavía estaba vivo y palpitante, la escritura como única ... [+]
14 de julio de 2019
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A todos Almodóvar alguna vez nos ha empujado hasta el límite de nuestra paciencia de espectador y hemos llegado a decir: ya no veo nada más de él. La ventaja de servidor es que nació en 1990, por lo que hasta que no tuve quince años, 2005, no empecé a ser consciente de Almodóvar, de su historia y de sus películas. Digo esto porque quien sea más mayor el sopor le viene de más largo y tendido.

Es indudable que cada película suya es un acontecimiento. Para algunos, los ya citados arriba, es otro grano que arrancarse para decir: paso de ver otra de Almodóvar. Yo le reconozco grandes películas: Mujeres al borde de un ataque de nervios, Átame, Hable con ella, La piel que habito y, ahora, Dolor y gloria. Las más aborrecibles: Los abrazos rotos, La mala educación y Los amantes pasajeros.

Tengo amistades extranjeras que han estudiado cine y colocan a Almodóvar como uno de los grandes directores europeos contemporáneos. Hay que admitir que el manchego ha conseguido ser el director con mayor proyección fuera de nuestras fronteras. Quizás por ello, muy ibérico ésto, siempre se abre una guerra civil de envidia a escala nacional donde hay dos bandos luchando sobre si se lo merece o no. Lo cierto es que nadie ha llegado a dicha cima cómo él. Amenabar apuntaba alto y parecía que podía, ahora está pasando por un bache el cuál veremos cuanto dura. No se me ocurre otro.

En Dolor y gloria vemos la historia de su vida. Un director en un ocaso particular. Un artista entrampado. El tema del director sin salidas en mitad de una crisis existencial es uno al que todos los grandes recurren. Cómo no a la cabeza siempre Ocho y medio de Fellini.

Antonio Banderas hace un buen papel. No adopta en la totalidad la personalidad del director aunque hay alguna escena donde repentinamente cambiar la forma de hablar y parece el mismo Almodóvar (la escena de la llamada desde la cocina a la presentación de la película), pero nada consistente. Queda mejor que el personaje no sea Almodóvar al 100%, porque, lo siento, cansaría bastante.

Aparte de eso, la historia está muy bien narrada y estructurada. El montaje es una clave de la película. La trama no tiene estridencias almodovarianas ni desbarres ideológicos (salvo algún comentario del niño cuando es “educado” por el cura).

La película sorprende por eso; el director deja a un lado la provocación para abrirse en canal. Nos cuenta sus dolencias, sus antiguos amores, sus desgracias internas, sus coqueteos con las drogas, sus enfermedades, su vacuidad diaria…y termina.

A una película sólo le pido que me estimule algo: alguna escena, alguna interpretación, algún pensamiento. En Dolor y gloria hay muchas cosas que apreciar y que me han estimulado. Y, como ya he dicho, un acierto que los dejes recurrentes del manchego son desechados.

En definitiva: me ha gustado. Y con el tiempo creo que va a ser generalmente aceptada como una película dentro del top 3 del director. Ya veremos en qué posición.

https://serycine.wordpress.com/
JGC
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow