En estas películas cortas ( ésta no llega a los 80 minutos), si en algo había que demostrar mucha destreza era en saber sintetizar lo máximo posible sin perder un ápice la claridad argumental y para ello, era imprescindible distinguir muy bien lo importante de lo accesorio, de forma que al espectador se le ofreciera un producto ágil, limpio y claro.
No es el caso de esta película cuya trama, ya de por sí bastante enrevesada, no sabe prescindir de muchos elementos que aportan poco al film, consiguiendo así que el conjunto se revele apelotonado y confuso, además de dejar al espectador, por lo menos a mí, muy desorientado y con la sensación de que hay mucho lío para nada.

La película narra el ascenso de un ambicioso muchacho en la escala del poder criminal, cuya asombrosa inteligencia y absoluta falta de escrúpulos, le harán codearse rápidamente con lo más granado y corrupto del mundo empresarial, antiguos gángsters ahora camuflados bajo aparentes negocios respetables pero que, la mayor parte de las veces, siguen recurriendo a los mismos métodos sucios de antaño para lucrarse ilegalmente.

Con un comienzo muy bueno e intrigante que enseguida captará nuestra atención, Castle comienza a embarullarlo todo al ir introduciendo personajes y subtramas que no remata, además de centrarse en demasía en nuestro protagonista y relegar a los demás al papel de comparsas, con lo que la intriga inicial se va desinflando paulatinamente, haciéndose más y más previsible hasta su resolución final.
Y es una pena porque los actores y actrices están magníficos en sus respectivos papeles.
Gene Barry compone un gran personaje, ávido de poder y lleno de astucia, que no duda en utilizar a cualquiera de su entorno para lograr su sinuoso plan.
Barbara Hale también está exquisita en su presentación como arribista femme fatale, pero luego ya la desaprovechan. De femme fatale nada.
Lo mismo digo de todos los demás actores. trabajan muy bien y hacen lo que pueden pero el guion resulta fallido. Nos presentan a los personajes con carácter, con oscuras relaciones y motivaciones pero, luego, casi todo se queda en agua de borrajas y los despachan sin más ni más. No hacía falta tanta historia introductoria para hablarnos en realidad de un sólo hombre.
Por lo demás, la cinta sí se muestra correcta con respecto a la fotografía y algunas escenas de interés pero es que yo, ya había arrugado el ceño al intentar seguir una trama que se empezaba a dejar en la manga demasiados flecos sueltos después de habérnoslos presentado.