Yo estoy con Edward Arnold y sus socios, seamos francos, sinceros, honestos, veraces... La mentira, es la cuna de la civilización, baluarte de la humanidad que separa a los hombres de las bestias y el último reducto en el que puede refugiarse el ser humano para impedir ser consumido por la voraz llama de la lucidez.

Y si no, que se lo pregunten a Bob Hope que, a estas alturas, ya habrá aprendido bien la lección, lo suficiente como para guardar en lo más profundo de su conciencia esa sinceridad que no entiende de piedad ni de compasión, de modales ni de seducción, de amor ni de fantasía...ni siquiera de autoestima.

Y se le agradecen las buenas intenciones ya que aquí Bob Hope encarna a un corredor de bolsa honrado, el cual, acuciado por una cliente que le entrega 10.000 dólares, ha de doblar la inversión en un día e ignorando cómo hacerlo de forma segura y aprovechando una discusión con sus socios sobre la necesidad de la mentira en el campo de la especulación, le parece muy correcto apostarlo contra sus socios que le desafían a no poder pasar un sólo día sin mentir.
Para un hombre tan sincero, honrado y honesto como él, esto le parece coser y cantar. El dinero de su cliente está a salvo. Pero sus socios no se lo van a poner muy fácil y, Hope, va a tener que hacer uso de todo su ingenio y talento para conseguir salir ileso de la encerrona que le tienen preparada porque, en seguida se dará cuenta de que, diciendo la verdad, puede llegar a cavar su propia fosa.

Este argumento ha dado pie a bastantes películas sobre el tema ya que resulta muy interesante y divertido. En el caso que nos ocupa, he de decir que la he disfrutado mucho. Es una comedia coral muy bien llevada, de ritmo ágil y vertiginoso y trama enredosa casi como una screwball. Al personaje de Hope lleno de calamidades se le une esta vez todo el resto del magnífico reparto que hacen un gran trabajo, lo que hace que la cinta se dinamice y podamos disfrutar de variopintos personajes que aportan un gran carisma y una gran vis cómica incluso en pequeños papeles.
Para mí ha sido un placer ver a Hope en un personaje más ingenioso que chistoso, más comediante que cómico. Sigue siendo él mismo, pero no todo aquí orbita alrededor de él. No puedo apreciar de igual modo las películas de un sólo personaje.
Paulette Goddard también está deliciosa como podrán suponer. A su inmensa belleza se le une un talento innato para la comedia y le ofrece una réplica excelente a su compañero.
Y todos los demás, por supuesto. Se me extiende demasiado la reseña si me pongo a mencionarlos a todos. Muy divertidos también.

Así que mientan, mientan como bellacos, caballeros, si desean sobrevivir en este mundo y guarden la sinceridad sólo para las cuestiones importantes. ! Bendita frivolidad, qué haríamos sin ella !