Superproducción que adapta la larga novela de Tolstoi, en una película de tres horas y media, no consigue a mi entender, implicar al espectador en ella.
Si miras la ficha de la película, encuentras un equipo inmejorable. King Vidor en la dirección, unos intérpretes fantásticos, Jack Cardiff en la fotografía, Nino Rota en la música, una gran ambientación...¿ Qué es lo que falla entonces?.
La historia está narrada de forma excesivamente folletinesca. La película cuenta la historia de la invasión napoleónica en 1805 a Rusia a través de las vicisitudes de unas nobles familias de Moscú, cuyas vidas se verán truncadas por la guerra.
Vidor, ha decidido contarnos la historia en dos claras partes diferenciadas. Por un lado, nos presentan los romances y desamores de los integrantes de estas familias, en un tono que resulta demasiado dulce y melodramático y por el otro, nos presenta la épica de la historia, muy bella visualmente eso sí, pero también carente de emoción o de alma.
Doy por supuesto que tratar de condensar la densa novela de Tolstoi en una película supone una realización titánica y necesariamente haya que reducir el desarrollo y la maduración de los personajes, pero creo que aquí los esquematizan demasiado restando verosimilitud a sus personalidades.
No creo en absoluto que hayan captado el espíritu de Tolstoi, ni incluso que lo pretendieran. Han preferido crear un producto accesible a todos los públicos, con gran despliegue de medios y dar un tono romántico a una historia que hubiera requerido un poco más de profundidad psicológica de los personajes.
El resultado es un drama que, por su calidad visual y artística se sigue con interés, pero que se ve lastrado por un guion no muy acertado en el que te cuesta creerte a los personajes y empatizar con ellos y por su largo metraje, que en otras películas de estas características se lleva muy bien, pero que aquí resulta algo cansina por momentos.
Me da mucha pena hablar así de esta película, pues tiene todos los elementos que a mí me gustan en el cine. Pero a pesar de su belleza, no ha salido bien. Otra vez será.