Haz click aquí para copiar la URL
España España · san sebastian
Voto de Izeta:
7
Western. Comedia Dos vaqueros veteranos y trotamundos (Glenn Ford y Henry Fonda) intentan establecerse y dejar de trabajar, aunque nunca lo consiguen por una u otra razón. (FILMAFFINITY)
2 de julio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una muy simpática y entrañable cinta. Canto de despedida a una época y a un modo de vida que dio identidad a un país, el salvaje Oeste, que a mediados del siglo XX de salvaje tenía bien poco y que tan sólo podía aspirar a alcanzar atisbos de lo que fue con personajes como nuestros protagonistas, dos veteranos y ya maduros vaqueros, de vida desarraigada e itinerante, que se ganan el sustento desbravando ganado, incapaces ya de afrontar la vida de ninguna otra manera aunque, al mismo tiempo, renieguen de ella.
El Oeste se fue y ellos no parecen haberse enterado. Sólo saben deslomarse una y otra vez con esos malditos caballos para ganar unos cuantos cochinos dólares mal pagados que luego gastarán en una sola noche y vuelta a empezar.
Burt Kennedy acierta de pleno al afrontar con humor esta historia teñida de nostalgia e incluso cierta melancolía. El resultado no puede ser más que reconfortante. Los recuerdos del pasado, que siempre se nos antojan mejores de lo que fueron y los sueños del futuro que, sabemos, sueños son, atenazan nuestro presente, aprisionándolo, tal como Chill Wills embauca a nuestros protagonistas Glenn Ford y Henry Fonda, pareja de vaqueros otoñales magistral que les hace sospechar, muy a su pesar que, en el fondo, no son muy listos.
Claro que en todos los trabajos a realizar y más teniendo en cuenta si somos ya veteranos, entra en juego también el amor propio. Orgullo de saber hacer, la experiencia es un grado y si no, que se lo pregunten a Ford a ver por qué se obstina tanto con ese ruano salido del infierno, que tiene más malicia que un zorro y que es una lástima que su nombre no aparezca en los títulos de crédito porque roba las escenas como un campeón. Es muy comprensible que Ford se debata entre luchar con él para tratar de vencerlo o hacerle picadillo y a la cazuela.
Toda la película está impregnada de humor con bonitas escenas de rodeo y cierta picaresca amable y cordial que invitan al espectador a refugiarse en ella por un par de horas bajo la promesa de rendirle lo que, parece, un cálido homenaje de adiós a un género herido de muerte y que, como el caballo de este film, no sabíamos si se volvería a levantar.
Izeta
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow