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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
5
Drama En 1920, Gran Bretaña contaba con dos atletas excepcionales: Harold Abrahams y Eric Lidell. Las razones que los movían a correr era tan diferentes como sus vidas: pertenecían a mundos distintos, cada uno tenía sus propias creencias y su propio concepto del triunfo. (FILMAFFINITY)
22 de octubre de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las más famosas películas de los 80 que no se sabe bien por qué causó tanto furor en la época.
Es indudable que la música de Vangelis tuvo algo que ver, porque hay que reconocer que es grandiosa, pero una película no es solo su banda sonora.
Nos cuentan la historia de un grupo de corredores británicos y su preparación para la participación en los Juegos Olímpicos de París de 1924.
El guion se centra sobre todo en la historia de dos de ellos. Uno judío y estudiante de Cambridge y otro cristiano, al que presentan casi casi como fanático practicante.
En una película de este tipo, uno esperaría épicas hazañas, grandes esfuerzos, grandes fracasos, rivalidades enconadas, grandes emociones y por supuesto, la felicidad y lágrimas de los vencedores al alcanzar el podium o el dolor y la frustración de los vencidos al besar la arena.
Pero poco de eso vemos aquí. Hudson prefiere contarnos las motivaciones de nuestros protagonistas para correr, así como mostrarnos alguna que otra escena interesante de sus entrenamientos, intercaladas con escenas de la vida privada de ellos que resultan muy sosas.
Hay que reconocer que la ambientación es exquisita pero la historia no atrapa lo suficiente. Por lo tanto, solo puedo decir que la música es la verdadera protagonista de la historia y que ella sí que da lo que promete si cierras los ojos. Al hombre intentando superarse a sí mismo y a los demás. Solo por ella la recomiendo.
Izeta
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