No voy a amargarle el día a nadie hablando de la crisis actual y sus consecuencias. Sí propongo algo: ver Las uvas de la ira. Hoy más que nunca, la película de John Ford está plenamente viva y tiene mucho que decir.
Basada en la maravillosa novela de John Steinbeck, John Ford firma la mejor película que yo haya visto sobre la dignidad del trabajador y los infortunios de los parias de la tierra. Encabezados por Tom (inolvidable Henry Fonda), la familia Joad es un ejemplo doloroso de cómo pagan siempre los mismos cuando el sistema se dedica a golpear a los ciudadanos.
Las uvas de la ira es una película bellísima, llena de dolor, pero también de esperanza. Por mucha miseria que los asole, los Joad siempre miran hacia adelante, nunca se dejan abatir. Son todo un ejemplo de integridad y pundonor en un mundo corrupto.
Poco más puedo decir. Las uvas de la ira, con sus más de 70 años a la espalda, me emocionó profundamente. Sus personajes y su historia son simplemente maravillosos. Clásico indiscutible y revisitable mil veces.