En cinco años Jackson pasó en el gore de filmar una cinta de carnaza y poco argumento con sus amigos ("Mal Gusto") a personalizarlo en unos personajes de tela ya con vivencias que relatar ("Meet the Feebles") y terminar firmando está muy buena película en la que ríos de sangre se entremezclan con un buen guión.
Gore con argumento, lo nunca visto. Y el resultado no puede ser más esperanzador.

"Braindead" resulta una comedia de enredos con dupla amorosa y suegra dominante (y hasta que punto) y con unas importantes decisiones sober la vida y el cariño tomadas por su protagonista (Timothy Balme).

¿Es una plaga zombie una razón para dejar de querer a la gente? ¿Se puede reprimir el mal con cariño?
Parecen preguntas absurdas para un film de propósito tan macabro pero se realizan y son respondidas con reflexión.


Entre lo bueno de las imágenes y las risas que producen la mayoría de las escenas, Peter Jackson empezó aquí a ser alguien difícil de obviar.

Para los de estómagos fuertes, muy aconsejable.