Ando dudoso… no sé si vi una gran película o simplemente la percibí como tal. Y ahí es donde empieza la breve descripción de este asunto.
Ella, “Elle” es divina, simple, sencilla y está en la encrucijada exacta entre dejar de ser una niña y empezar a ser una mujer (y eso se refleja en cada cuadro, como si un momento de la vida pudiera tatuarse en una imagen).
Él, un Kiefer Sutherland silencioso con gestos de Mickey Rourke (ensayados al detalle), pero sumamente amigable. Se pasea entre lo distante y lo insensible; mientras en la sombra existen algunos sentimientos que no logra reconocer ni por el nombre.
Ambos se acompañan de a ratos sin pretender demasiado y dejando muy claro que todo es un momento y no existen planos para resolverlo.
Quizás sea eso, en la vida nada se resuelve hasta que termina.
*No quería que termine, me hubiera quedado en Somewhere para siempre*
spoiler:
Todo fue un placer, el ritmo, las actuaciones, las locaciones, la música, la trama. Lastima que Sophia vuelva a caer en las cosas “no dichas”, como si eso fuera algo importante y significativo, haciendo de esto su marca, su sello.