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Voto de José PeGall:
6
6,2
7.109
Aventuras. Drama
Escocia, año 1304. Tras la ejecución de William Wallace, obligado a entrar en batalla para salvar a su familia, su gente y su país de la tiránica ocupación inglesa, Robert the Bruce se apodera de la corona de la Escocia medieval y lidera a un grupo de hombres insurgentes para enfrentar la ira del ejército más fuerte del mundo conducido por el despiadado rey Eduardo I y su débil hijo, el príncipe de Gales.
14 de noviembre de 2018
19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, es una película sobre la independencia de Escocia y sí, ocurre inmediatamente después de los hechos narrados - fantasiosamente - en braveheart, pero no es por ello el título de la crítica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La película me ha gustado mucho desde un punto de vista histórico, pues acata vestimentas, escenarios, y hasta los detalles mínimos de la vida en la Baja Edad Media. Luego, son reseñables las escenas de acción - a pesar de que la Batalla de Loudon Hill se hiciera un poco extensa - pues logran una realidad bélica comparable con la famosa 'Batalla de los Bastardos' de Juego de Tronos en cuanto a realidad de la misma. Por estos matices, la película sería digna de una calificación de 7, pero mientras el amante de la historia que uno lleva dentro quedaba ensimismado con los detalles respetados, poco a poco empezó a vislumbrar otros que no fueron de su gusto personal.
Está bien que sea una historia de superación, patriotismo y amor típica de este tipo de filmes donde no se innova en demasía con otras del mismo género, pero el que copien incluso a los mismos personajes de Braveheart resultó ya increíble. Chris Pine juega un rol de un noble que respeta su juramento hasta que sucede un evento de movilización ciudadana ante los desmanes del invasor inglés. Éste se asemeja en algo al papel de Mel Gibson pero no tanto como que sus compañeros de armas sean un tipo pelirrojo que le da sabios consejos y tiene una familia muy grande, y un noble un poco majara en busca del honor de su familia tras el despojo que le hicieron en el pasado y que lo vuelve vengativo respecto a los ingleses. Perdonadme pero son los mismos personajes de Brendan Gleeson y David O'Hara en Braveheart. Por último, y por lo que odio estas películas donde los buenos son muy buenos y los malos muy malos, al igual que Braveheart, representan al príncipe de Gales no solo como un inútil - que probablemente lo fuera - sino como un crío que se pone a llorar delante de unos enemigos muy caballerosos que lo dejan marchar con miradas de adultos avergonzados de lo que ven. No, esa caballerosidad no existe a quien ha destripado a tu hermano y tiene secuestradas a tu mujer e hija. Estos elementos de semejanza e inverosimilitud hacen que opte por la calificación puesta, siempre mencionando que no por ello deja de ser una buena película.
Ps: Me gustaría mencionar ese punto donde nombran al ejercito inglés como el más poderoso del momento... Se ve que el director no leyó mucho de los reinos de Castilla, Aragón, el Sacro Imperio Romano Germánico, o Gran Ducado de Lituania, por poner unos ejemplos europeos contemporáneos a Robert de Bruce.
Está bien que sea una historia de superación, patriotismo y amor típica de este tipo de filmes donde no se innova en demasía con otras del mismo género, pero el que copien incluso a los mismos personajes de Braveheart resultó ya increíble. Chris Pine juega un rol de un noble que respeta su juramento hasta que sucede un evento de movilización ciudadana ante los desmanes del invasor inglés. Éste se asemeja en algo al papel de Mel Gibson pero no tanto como que sus compañeros de armas sean un tipo pelirrojo que le da sabios consejos y tiene una familia muy grande, y un noble un poco majara en busca del honor de su familia tras el despojo que le hicieron en el pasado y que lo vuelve vengativo respecto a los ingleses. Perdonadme pero son los mismos personajes de Brendan Gleeson y David O'Hara en Braveheart. Por último, y por lo que odio estas películas donde los buenos son muy buenos y los malos muy malos, al igual que Braveheart, representan al príncipe de Gales no solo como un inútil - que probablemente lo fuera - sino como un crío que se pone a llorar delante de unos enemigos muy caballerosos que lo dejan marchar con miradas de adultos avergonzados de lo que ven. No, esa caballerosidad no existe a quien ha destripado a tu hermano y tiene secuestradas a tu mujer e hija. Estos elementos de semejanza e inverosimilitud hacen que opte por la calificación puesta, siempre mencionando que no por ello deja de ser una buena película.
Ps: Me gustaría mencionar ese punto donde nombran al ejercito inglés como el más poderoso del momento... Se ve que el director no leyó mucho de los reinos de Castilla, Aragón, el Sacro Imperio Romano Germánico, o Gran Ducado de Lituania, por poner unos ejemplos europeos contemporáneos a Robert de Bruce.