Ésto es algo así como robar un banco: especial acción que genera complacencia en muchísima gente. Seis ladrones –de aquellos que roban para mejorar su calidad de vida- deciden apoderarse, en la romántica Venecia, de 35 millones en lingotes de oro... y van a hacerlo ¡sin disparar una sola arma! Un trabajo limpio por donde se le mire. Pero, ¡siempre tiene que haber un pero!, la banda no cuenta con que uno de sus socios, parece ser asiduo jugador del Tomatodo… y los planes de adquisición, paseo y reforma, tendrán que ser postergados hasta una nueva ocasión.

Entretenido filme de acción, con algo de thriller, drama y road movie, que repite, con otros tópicos, el filme homónimo que dirigiera el inglés, Peter Collinson, en 1969, teniendo a, Michael Caine, como protagonista y con, Maggie Blye, en el rol que ahora hace la fascinante, Charlize Theron.

Como es fácil entender, entre 1969 y 2002, 33 años hacen una historia de pasión, milagros y notorios cambios en la humanidad que hacen necesario ver las cosas con otro tipo de lente, y así, el filme de, F. Gary Gray, se acoge a los grandes recursos tecnológicos de que, ahora, se dispone... y la aventura adquiere un tono muy actual que, al lado del filme del inglés Collinson, se notará bastante; y miren la inflación cómo camina: cuatro millones de libras que se robaban en el 69, son ahora 35 millones de dolarillos contados a vuelo de pájaro.

La trama es bien interesante, sobre todo con aquello de 'jugar sucio muy limpiamente', que siempre me ha parecido bastante respetable… Hasta que llega aquel “mandarino” con carita de mosquita muerta, y deja ver el lado oscuro de la delincuencia, en el que se ubican aquellos ladrones que roban acaparando siempre, para dar así sentido a sus instintos mezquinos y a su gigantesca estupidez.

Encaja bien la canción, “Money”, que compusiera e interpretara el memorable grupo Pink Floyd, aunque la versión que así se toca fue hecha con otros intérpretes especialmente para el filme; y mejor encaja aquella frase que pregonan, John Bridger y su linda hija Stella, en la que dicen: “Confío en todo el mundo, pero desconfío del demonio que llevan dentro”, perfectamente aplicable a lo que sucede en la película, y más aún, a lo que sucede cada día en la vida real, pues, hay que confiar, pero, recordando mantener las debidas precauciones.

Estamos ante un filme bastante entretenido, con una historia originalmente escrita por, Troy Kennedy-Martin, y convertida a nuevo guion por, Donna Powers y Wayne Powers, en la que hay elementos bien interesantes, pero, lo que no convence es su protagonista masculino, con tan poco espíritu y tan escaso porte que, por primera vez, Charlize Theron no se vio dispuesta a chantarle uno de sus absorbentes besos.

Título para Latinoamérica: <<LA ESTAFA MAESTRA>>