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Voto de Natxo Borràs:
7
Fantástico. Acción Eric Draven y Shelly Webster están a punto de casarse, pero la noche antes del enlace son asesinados brutalmente. Un año después, el alma de Eric vuelve a la Tierra en forma de cuervo para vengarse. (FILMAFFINITY)
12 de julio de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El guitarrista Eric Draven (Brandon Lee) y su novia Shelly (Sofia Shinas) mueren asesinados en su apartamento la noche de Halloween a manos de una banda de maleantes. Un año más tarde, un cuervo en la lápida de Draven le incita a resucitarse e iniciar una sangrienta venganza contra los asesinos. Con el rostro maquillado de blanco, y con los ojos y los labios sombreados, su escabrosa presencia le llevará al antro de Top Dollar (Michael Wincott), el jefe de la banda que en cada noche de Halloween organiza a su séquito para que incendie diferentes edificios de la ciudad y que tiene en alerta al agente de policía Albrecht (Ernie Hudson).

Aunque nacido en Egipto y de orígenes griegos, Alex Proyas (autor de la posterior y notable neo-expressionista cinta de Ciencia Ficción “Dark City”) se educó en Australia empezando allí su carrera cinematográfica. Pero es en Norteamérica donde se da a conocer siendo “El Cuervo”, un buen ejemplo de ello. Proyas adaptó un cómic “underground” de James O´Barr, dibujante gráfico que en la vida real su novia fue víctima de un accidente de tráfico perpetuado por un conductor borracho, por lo que decidió tomarse como un asunto personal el hecho de crear el personaje del roquero que vuelve de entre los muertos buscando la justicia allá donde no la haya.

Pero la película es sin lugar a dudas muy popular por el halo de malditismo que le rodea al actor protagonista, Brandon Lee, hijo del mítico Bruce Lee, que ya había tenido un papel principal en la alimenticia “Rapid Fire” (1992) y que, en pleno rodaje de “El Cuervo”, moriría a consecuencia del impacto de una bala que supuestamente, tenía que ser de fogueo. El actor, nada popular, alcanzó el carácter de mito. Tributo heredado de su padre, pero que principalmente se le debe a su papel del gótico Eric Draven. Un carácter que ni actores como el francés Vincent Pérez ni el hawaiano Mark Dacascos han podido suplantarle en sus inferiores secuelas.

Brillante atmosfera opresiva (que solo quedaba delegado a los films de Tim Burton) y con una excelente banda sonora compuesta, entre otros, por The Cure.
Natxo Borràs
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