Uno de los films más olvidados de John Carpenter es una adaptación de un relato corto titulado "Las ocho de la Mañana". Y de buena mañana presenciamos a su protagonista vagabundeando por una gran ciudad en dónde las colas en la oficina del paro, la lucha por escalar a otros niveles sociales y la sociedad de consumo están a la orden del dia.
Hay que mirar con otros ojos lo que el Sistema ha impuesto. Por una vez (aunque el film demuestre lo contrario) el enemigo no viene del espacio exterior; somos nosotros, con un rostro diferente a la indiferencia de la mayoría devorada por los holdings, la publicidad y la lucha de clases. Dosis de ciencia-ficción con elementos de crítica social y, por supuesto, con esos momentos gamberros de su director; la sorpresa no está en el terror sinó en pasar pura y llanamente a la acción, propio de los anti-héroes diseñados por el maestro de la serie B.