Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Meinster:
8
Comedia. Drama Una joven periodista francesa se encuentra en varias ocasiones con el icónico artista surrealista Salvador Dalí para un proyecto documental que nunca llegó a realizarse.
12 de febrero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la hora de tratar la figura de un artista real, el cineasta se enfrenta a varios modos de hacerlo. 
Generalmente se acude a la biografía, más o menos fiel dentro de sus límites, en la cual se suele desdeñar el arte del artista tratado, relegando el arte a unos breves minutos de rigor, dándole especial importancia a su vida, realizando una película convencional. Lo cual resulta paradójico, pues lo que suele ser más importante es el arte que éste ha creado y no la vida que le ha llevado a crear este arte.

Dupieux decide no hacer una biografía.Se trata, más bien, de un homenaje. Dupieux, aunque sigue fiel a su particular forma de hacer cine, se acerca a la forma en que Dalí haría una película sobre sí mismo, y creo que este estaría encantado con el resultado.

Aquí no veremos la historia de Salvador Dalí, aquí veremos al personaje que él mismo se creó y sus obsesiones: el tiempo, el espacio, el surrealismo, los sueños, la fantasía, el cine, su endiosamiento. Todo esto y más está retratado en la película. Por ejemplo, la firma de lienzos en blanco, que realizó y con la que otros artistas intentaron aumentar el valor de sus propias obras haciéndolas pasar por un Dalí, está realizada de forma soberbia.
Al acabar la película, un neófito en Dalí no sabrá nada de la vida de este artista, pero sin embargo conocerá al personaje, sus obsesiones, su psicología mucho mejor que en la inmensa mayoría de películas biográficas.

Es, por un lado, un tratamiento arriesgado, no es una película convencional, por el otro es puro Dupieux, fiel así mismo, aunque mucho más surrealista de lo acostumbrado, que ya es decir… No es una película para todos, hay que estar dispuesto a ver lo que sea. 

Dupieux sigue creciendo como artista, sus películas son cada vez menos frías, cada vez más pensadas. Sigue siendo perezoso y cinematográficamente pobre, aquí no habrá planos reflexionados, juegos con la imagen o el sonido, más allá de unos, muy interesantes momentos de grabación inversa. Dupieux sigue su estilo sencillo, directo, simple, funcional, con películas rápidas de realizar, de corta duración, simples pero originales. Esta es, por el tema tratado, su película más ambiciosa.

En cuanto a los actores, Daaaaaali!, que tiene tantas aes en el título como personajes interpretan al genial artista, son irregulares, los mejores Baer, Cohen y Lellouche, el peor, sin duda, Marmai que lo interpreta como hace con sus personajes a los que nos tiene acostumbrados, en las antípodas de Dalí. Esta mala interpretación hace ver que no es tan sencillo lo que hacen los otros actores y la gran capacidad que tienen para cambiar de registro. 
Además de Dalí, la obra tiene como hilo conductor a la farmaceútica (o panadera) devenida en periodista interpretada por una maravillosa Anaïs Demoustier. 

Por último hablar de la música, un par de composiciones, similares y repetitivas de Thomas Bangalter, pero alegres, que quedan genial en la película, remiten a la era dorada del cine italiano y sirven, como toda la película, para poner un poco de alegría en la vida de todo cinéfilo…
Meinster
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow