Cualquier película de carácter histórico que se haga siempre va a encontrar detractores, ya que cada uno de nosotros tiene a veces ideas preconcebidas en la mente de cómo fue la historia y cuando llegan a la gran pantalla, a veces, el resultado no es el que esperamos.
El film se basa por encima de todo en el duelo interpretativo entre: Saoirse Ronan y Margot Robbie. Ambas logran que sus papeles brillen por encima del resto. Las dos saben aportar matices especiales a sus personajes en la manera de hacer suyos los papeles y buscando dar la mayor credibilidad ante el espectador.
Ambas actrices cumplen con sus papeles con creces, aunque el mayor problema viene dado por el guion, ya que este tiene en algunas partes del metraje ciertos altibajos, lo que provoca que al final se resienta el film.
Aunque, si por algo destaca, es en el aparto técnico: John Matheson con una fotografía de una factura bellísima, el diseño de vestuario, pero por encima de todo la magnifíca banda sonora de Max Richter de una belleza sin igual y es que la secuencia final está tan bien hilada que es imposible separar la música de lo que ocurre.
Para algunos será una producción sin alma y llena de fallos, pero para mi es una correcta adaptación para los tiempos que corren.