O.T siempre fue una basura. Malos músicos que además eran prefabricados en directo para consumo industrial del espectador promedio. Puedo afirmar con orgullo que a mí nunca me gustó Operación Triunfo, que el programa me daba grima. Que a mis 13 años cuando todo el mundo babeaba con este reality, como años antes hicieron con Gran Hermano 1º edición, yo me iba a pintar miniaturas y a leer novelitas baratas. Al menos la lectura de estas novelitas me llevaron al maravilloso mundo la literatura universal. Que sí, que fue vuestra infancia o adolescencia y recordéis lo bien que vivía con Aznar y que no había crisis y os olvidéis de la huelga general de 2002 que secundé en la ESO. Pero aquí está el subproducto de marras nostálgico para volver a ver a esos esperpentos con autotune y cómo sus vidas han cambiado, telebasura mediante.

¿Qué por qué vi esto? Mi madre lo puso a la hora de cenar. En cuanto acabé volví a menesteres más útiles.