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China · Qingoco
Voto de Txarly:
13.605
Ciencia ficción. Fantástico. Acción. Terror. Comedia
Un trabajador encuentra casualmente unas gafas que permiten ver a las personas tal y como son. Gracias a ellas descubrirá que importantes personajes de la vida política y social son en realidad extraterrestres. Durante su particular cruzada podrá observar cómo estos alienígenas han ido sembrando el mundo de mensajes subliminales con los que pretenden convertir a los hombres en una raza de esclavos. (FILMAFFINITY)
1 de julio de 2007
28 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una idea original y por momentos brillante que se queda en el camino debido a una resolución digamos que apresurada y ramplona aunque en mi opinión no reste mérito alguno a las limitaciones obvias que observamos durante toda la cinta. Carpenter es un tío raro, especial, que tiene su público y al que no le importa lidiar con ruedas de molino si es necesario para sacar adelante sus proyectos. Lo que le suelo reprochar es que el inmenso talento imaginativo que posee no alcance en muchas ocasiones al espectador con la misma altura cinematográfica. Y Están vivos es una película fácil de digerir y absurda en su planteamiento, pero éste es el cine al que acostumbra el bueno de Carpenter para bien o para mal.
Me he quedado dormido viéndola porque yo también he querido ponerme unas gafas de pasta gruesa. Y observo de lejos una chimenea, dos copas de brandy y las paredes forradas con libros viejos que alcanzan un elevado techo. Parece que se escucha una conversación a lo lejos... ssssss... qué dicen?, gritan pero no se les oye. Me encanta soñar... como a Carpenter... sssss... hay dos tíos muy raros ahí.
-Grandione: ...no es difícil amigo, al tomar la pastilla azul te metiste dentro de FA, si ahora te arrepientes... haber tomado la roja. Yo no te obligué.
-Char Lee: lo sé amigo, es una decisión difícil vivir entre tantas gafas de pasta gruesa, tantos mensajes subliminales y tanta mala leche, y todavía queda tanto por hacer Mmmm... fusilaré Casablanca con dos mil ochocientos cuarenta y cinco unos.
-Grandione: eso te llevará tu tiempo.
-Char Lee: no importa, lo tengo. Demostraré a través de la fuerza lo errado de su juicio.
-Grandione: ???
-Char Lee: Sí amigo, los escucho por las noches. Puedo sentir el golpeteo de su teclado contra los dieces en las mismas películas: Casablanca, Vértigo, Centauros del desierto, El Padrino, Pulp Fiction (ah no, ésa no; ésa la suelen odiar), Historias de Filadelfia, El séptimo sello, Gertrud... para ellos el cine terminó en los setenta. Y ahora las modern heces: Lost in Translation, Memento, la última del Haneke o el Atom Egoyan que tanto le gusta al Marchante y que me amargaba todos los capítulos de la divertida serie Qué grande es el cine y siempre cortados por el mismo patrón: lo que decimos nosotros va a misa.
-Grandione: ¿y a ti qué cojones te importa?
-Char Lee: es que soy fan de Bud Spencer y el Aranoa de los huevos me cae como una patada. Soy un apestado.
-Grandione: pero si no has vuelto a ver una peli de ellos desde que tenías trece años...
-Char Lee: me han abierto los ojos Grandione. Hay una crítica maravillosa que me habla sobre La obra total. He descubierto que realizar una crítica sobre el popular dúo puede convertirse en un ejercicio serio, inteligente, afectuoso y lleno de expresividad. Una crítica antológica. Te lo digo de verdad. ¿Tienes más pastillas de ésas?
Me he quedado dormido viéndola porque yo también he querido ponerme unas gafas de pasta gruesa. Y observo de lejos una chimenea, dos copas de brandy y las paredes forradas con libros viejos que alcanzan un elevado techo. Parece que se escucha una conversación a lo lejos... ssssss... qué dicen?, gritan pero no se les oye. Me encanta soñar... como a Carpenter... sssss... hay dos tíos muy raros ahí.
-Grandione: ...no es difícil amigo, al tomar la pastilla azul te metiste dentro de FA, si ahora te arrepientes... haber tomado la roja. Yo no te obligué.
-Char Lee: lo sé amigo, es una decisión difícil vivir entre tantas gafas de pasta gruesa, tantos mensajes subliminales y tanta mala leche, y todavía queda tanto por hacer Mmmm... fusilaré Casablanca con dos mil ochocientos cuarenta y cinco unos.
-Grandione: eso te llevará tu tiempo.
-Char Lee: no importa, lo tengo. Demostraré a través de la fuerza lo errado de su juicio.
-Grandione: ???
-Char Lee: Sí amigo, los escucho por las noches. Puedo sentir el golpeteo de su teclado contra los dieces en las mismas películas: Casablanca, Vértigo, Centauros del desierto, El Padrino, Pulp Fiction (ah no, ésa no; ésa la suelen odiar), Historias de Filadelfia, El séptimo sello, Gertrud... para ellos el cine terminó en los setenta. Y ahora las modern heces: Lost in Translation, Memento, la última del Haneke o el Atom Egoyan que tanto le gusta al Marchante y que me amargaba todos los capítulos de la divertida serie Qué grande es el cine y siempre cortados por el mismo patrón: lo que decimos nosotros va a misa.
-Grandione: ¿y a ti qué cojones te importa?
-Char Lee: es que soy fan de Bud Spencer y el Aranoa de los huevos me cae como una patada. Soy un apestado.
-Grandione: pero si no has vuelto a ver una peli de ellos desde que tenías trece años...
-Char Lee: me han abierto los ojos Grandione. Hay una crítica maravillosa que me habla sobre La obra total. He descubierto que realizar una crítica sobre el popular dúo puede convertirse en un ejercicio serio, inteligente, afectuoso y lleno de expresividad. Una crítica antológica. Te lo digo de verdad. ¿Tienes más pastillas de ésas?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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