Infiltrados es una película como tantas otras convertida en la mejor película del año (como tantas otras). La cara de póker de Scorsese cada vez que lo "ninguneaban" ceremonia tras ceremonia (en casi todas las ocasiones acertadamente) no dejaba duda de que al aceptable director (no es dios, ni mucho menos) la camisa no le llegaba al cuello en los instantes en que las cámaras lo enfocaban. Y servidor se alegraba. De todos los números 1 que habitan Hollywood es, a buen seguro, el más sobrevalorado. Además, si tenemos en cuenta que es un remake de una película china, llegamos a la conclusión de que el pataleo del italoamericano por tener la preciada estatuilla encima de la tapa del water habrá sido sonoro en los restaurantes y despachos angelinos. Scorsesse fue el auténtico infiltrado en la ceremonia. Compró con sus lágrimas un premio que no merecía por esta película.

Y al final se lo dieron...

Se comenta que Di Caprio se sale. Yo creo que tal afirmación se basa más bien en el nuevo papel underground que le colaron que en la actuación misma. Me recordaba vagamente al gran Travolta de Pulp Fiction. Pues eso, que cuando a uno le sacan de sitio... parece otro!! Pero la interpretación... digamos que correcta. Sin más.
Whalberg de asco. No se lo cree ni el tato. Y Damon sigue con su rictus de agilipollao que lo ha perseguido siempre. Dramatiza de manera casi ridícula en la mayoría de las ocasiones. Los demás en su línea, no se espera menos de esos pesos pesados de Hollywood. Los diálogos por momentos brillantes y Nicholson continuando su eterno papel de pirado haciéndolo como sólo él sabe, o sea, de puta madre.

Y este producto presentó Scorsese. Cada año elabora uno nuevo con unos presupuestos desorbitantes. Y firma un final de badulaque para cerrar una película tan correcta como vacía. Y Hollywood ya puede presumir de que le dieron un Oscar al que rodó Toro Salvaje casi 30 años después. Por lo menos allí, cuidan a sus mitos.
Pasable.