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Voto de Txarly:
1
8,4
99.093
Drama. Romance
Años 40. A consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, Casablanca era una ciudad a la que llegaban huyendo del nazismo gente de todas partes: llegar era fácil, pero salir era casi imposible, especialmente si el nombre del fugitivo figuraba en las listas de la Gestapo, que presionaba a la autoridades francesas al mando del corrupto inspector Renault. En este caso, el objetivo de la policía secreta alemana es el líder checo y héroe de la ... [+]
30 de mayo de 2010
296 de 573 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la tercera vez que escribo sobre la película en esta página. No será la última. Nunca es tarde ni falta tiempo para atizarle a este mondongo como se merece, aunque en esta ocasión, hay para todos. De hecho, me he tomado la molestia de leer las 180 críticas que aquí aparecen. Existen cuatro bloques de usuarios bien diferenciados:
1º El 80% de las críticas con notas entre el 9 y el 10 se limitan a tres o cuatro líneas que afirman sin ningún pudor que es muy bonita, que se trata de la mejor película de la Historia y que les encantó. Los porqués y las razones no se esgrimen, tan sólo se deja constancia de ello. Pues vale.
2º El grupo opositor es minoritario, aunque en su gran mayoría aporta los datos y las explicaciones necesarias para defender racionalmente su postura. Esta película huele a caspa, señores.
3º El núcleo veterano de Filmaffinty que copa los primeros peldaños en cuestión de utilidad de la crítica, se limita en sus escritos a realizar una sinopsis libre sobre Casablanca añadiendo vivencias personales, pasajes concretos de la película fugazmente aireados o disparatadas sentencias que no justifican en ningún momento. Lamentable.
4º El grupo más cachondo. Lo conforman quienes afirman que la película está sobrevalorada pero le endiñan notas entre el 7 y el 8. Hay un caso en particular que le da un 9 y el término sobrevalorado aparece en el título. Es el mejor grupo sí, pero también el más importante de todos. La falta de bemoles, de ideas y el miedo por el qué dirán, está presente en todas esas críticas: "no me ha gustado pero le pongo un ocho, que dicen que es una obra maestra y si no voy a quedar mal." Aceptarían tu trabajo por la mitad de sueldo, no lo dudes.
Por tanto, y tras haber leído todas las exposiciones, me ha llegado la hora para despellejar a conciencia una de las más infames películas de la Historia del Cine.
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El guión, supuestamente uno de los mejores de la Historia. Un guión que desaprovecha el personaje de Laszlo, el héroe de Casablanca, que queda vergonzántemente en un segundo plano sin que nadie tenga idea de por qué. La respuesta, supongo, reside en que el libreto se iba escribiendo a medida que la película avanzaba, realizado a la vez por tres guionistas distintos. Un buen guión no se improvisa. Jamás. Como resultado de esta farsa, Bogart interpreta tres o cuatro Rick Blaines distintos. No se trata de la actuación en sí, sino más bien de los giros absurdos (y también intrascendentes) que los guionistas marcan con su personaje, un protagonista que va perdiendo la esencia a medida que la película avanza. A ratos comedido, otros exagerado, por momentos melancólico... es decir, un personaje inventado sobre la marcha, un monigote carente de alma. Y por si fuera poco, todos los secundarios están estereotipados a más no poder. Qué ingenioso, ¿verdad?
1º El 80% de las críticas con notas entre el 9 y el 10 se limitan a tres o cuatro líneas que afirman sin ningún pudor que es muy bonita, que se trata de la mejor película de la Historia y que les encantó. Los porqués y las razones no se esgrimen, tan sólo se deja constancia de ello. Pues vale.
2º El grupo opositor es minoritario, aunque en su gran mayoría aporta los datos y las explicaciones necesarias para defender racionalmente su postura. Esta película huele a caspa, señores.
3º El núcleo veterano de Filmaffinty que copa los primeros peldaños en cuestión de utilidad de la crítica, se limita en sus escritos a realizar una sinopsis libre sobre Casablanca añadiendo vivencias personales, pasajes concretos de la película fugazmente aireados o disparatadas sentencias que no justifican en ningún momento. Lamentable.
4º El grupo más cachondo. Lo conforman quienes afirman que la película está sobrevalorada pero le endiñan notas entre el 7 y el 8. Hay un caso en particular que le da un 9 y el término sobrevalorado aparece en el título. Es el mejor grupo sí, pero también el más importante de todos. La falta de bemoles, de ideas y el miedo por el qué dirán, está presente en todas esas críticas: "no me ha gustado pero le pongo un ocho, que dicen que es una obra maestra y si no voy a quedar mal." Aceptarían tu trabajo por la mitad de sueldo, no lo dudes.
Por tanto, y tras haber leído todas las exposiciones, me ha llegado la hora para despellejar a conciencia una de las más infames películas de la Historia del Cine.
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El guión, supuestamente uno de los mejores de la Historia. Un guión que desaprovecha el personaje de Laszlo, el héroe de Casablanca, que queda vergonzántemente en un segundo plano sin que nadie tenga idea de por qué. La respuesta, supongo, reside en que el libreto se iba escribiendo a medida que la película avanzaba, realizado a la vez por tres guionistas distintos. Un buen guión no se improvisa. Jamás. Como resultado de esta farsa, Bogart interpreta tres o cuatro Rick Blaines distintos. No se trata de la actuación en sí, sino más bien de los giros absurdos (y también intrascendentes) que los guionistas marcan con su personaje, un protagonista que va perdiendo la esencia a medida que la película avanza. A ratos comedido, otros exagerado, por momentos melancólico... es decir, un personaje inventado sobre la marcha, un monigote carente de alma. Y por si fuera poco, todos los secundarios están estereotipados a más no poder. Qué ingenioso, ¿verdad?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Sentenciar que las interpretaciones son excelentes, es tan valido como afirmar que son una mierda, así que lo mejor es dejarse de idioteces y no sacar mucho pecho por frases tan vacías como esas. Basta con darle al play y escucharla en versión original. Como hablamos de Casablanca, no me sirve que no te fijes bien en que las expresiones de Bogart y Bergman no se ajustan la mayoría de las veces al tono que imprimen a su voz. Aquí voy a ser inflexible. Ya no hablamos de la subjetividad del Cine, hablamos de que las posturas faciales en muchos diálogos de la película nada tienen que ver con las declamaciones dramáticas del momento. La cara dice una cosa, la voz insinúa otra. A eso en mi pueblo se le llama actuar con el puto culo. Sólo tienes que fijarte. Sí, fijarte. Con un poquito me vale. Crack.
Opinar de manera tan contundente que los diálogos son oro puro es tan sólo un exceso más de los fanáticos de esta obra. Por cada frase mítica de esta película (metidas con calzador la mayoría) hay doscientas más de las que ni te acuerdas. Entonces la pregunta sería... ¿qué película famosa no posee citas inolvidables? Sí, ya lo sé, nadie es perfecto!
Michael Curtiz, un director plano aunque eficiente, nunca ha destacado en sus más de cincuenta películas por tomar las riendas del proyecto e imprimirle un sello particular. Con limitarse a visionar la filmografía de sus contemporáneos y no cometer errores, había ya suficiente para el cheque del siguiente trabajo. Lo que me inquieta es que de Casablanca se pase siempre por alto la vergonzosa maqueta de la avioneta. Colocar dos señores bajitos para crear sensación de profundidad es una cagada de las gordas. La secuencia habla por si sola y resume vivamente el proceso de fabricación del film: los guiones improvisados, las interpretaciones marcianas, los secundarios irrelevantes... En fin, la mejor película de la Historia del Cine.
El argumento, la gran trampa, no puede ser más obsceno. Se nos llena la boca de babas justificando esta obra como un brindis al amor eterno o afirmando que es de por sí, una muestra brutal de desamor. A los primeros les diría que el amor jamás trasciende a la vida. Se ama a quien se ve, se toca, se escucha. Lo otro son distintos tipos de sentimiento, y en algunas ocasiones, nada nobles. A los segundos, y ciñéndome a lo que la película me ofrece, les diría que el único desamor se lo lleva la Bergman hacia París, pues nuestro amigo Rick prefiere continuar gestionando su laureado Café y emborracharse con el abstemio pianista. No lo veo como un perdedor. Muchos espectadores se identifican con Rick porque sienten que han perdido algo en un momento de sus vidas. Siempre me ha hecho gracia que se identifiquen con el personaje, y no con la idea, como si se achacasen los sucesos de uno más a la mala suerte que a los actos propios. Rick prefiere el recuerdo a la convivencia, lo que convierte a Casablanca en la obra filosófica por excelencia, a la altura de Space Jam.
Opinar de manera tan contundente que los diálogos son oro puro es tan sólo un exceso más de los fanáticos de esta obra. Por cada frase mítica de esta película (metidas con calzador la mayoría) hay doscientas más de las que ni te acuerdas. Entonces la pregunta sería... ¿qué película famosa no posee citas inolvidables? Sí, ya lo sé, nadie es perfecto!
Michael Curtiz, un director plano aunque eficiente, nunca ha destacado en sus más de cincuenta películas por tomar las riendas del proyecto e imprimirle un sello particular. Con limitarse a visionar la filmografía de sus contemporáneos y no cometer errores, había ya suficiente para el cheque del siguiente trabajo. Lo que me inquieta es que de Casablanca se pase siempre por alto la vergonzosa maqueta de la avioneta. Colocar dos señores bajitos para crear sensación de profundidad es una cagada de las gordas. La secuencia habla por si sola y resume vivamente el proceso de fabricación del film: los guiones improvisados, las interpretaciones marcianas, los secundarios irrelevantes... En fin, la mejor película de la Historia del Cine.
El argumento, la gran trampa, no puede ser más obsceno. Se nos llena la boca de babas justificando esta obra como un brindis al amor eterno o afirmando que es de por sí, una muestra brutal de desamor. A los primeros les diría que el amor jamás trasciende a la vida. Se ama a quien se ve, se toca, se escucha. Lo otro son distintos tipos de sentimiento, y en algunas ocasiones, nada nobles. A los segundos, y ciñéndome a lo que la película me ofrece, les diría que el único desamor se lo lleva la Bergman hacia París, pues nuestro amigo Rick prefiere continuar gestionando su laureado Café y emborracharse con el abstemio pianista. No lo veo como un perdedor. Muchos espectadores se identifican con Rick porque sienten que han perdido algo en un momento de sus vidas. Siempre me ha hecho gracia que se identifiquen con el personaje, y no con la idea, como si se achacasen los sucesos de uno más a la mala suerte que a los actos propios. Rick prefiere el recuerdo a la convivencia, lo que convierte a Casablanca en la obra filosófica por excelencia, a la altura de Space Jam.