Últimamente pocas son las ocasiones en las que el director japonés Hirokazu Koreeda se ha salido del camino del llamado cine familiar. Más bien del cine sobre familias desestructuradas y de la crítica a la sociedad japonesa actual. En lo que va de siglo casi que "Air Doll" ha sido el único caso a la espera de poder ver su acercamiento a thriller en su última película "El tercer asesinato".

En Air Doll no tenemos un drama familiar pero la crítica social y su retrato sí que esta presente en este devastador cuento sobre la soledad urbana y la indiferencia entre nosotros contado a través de la fábula de una muñeca hinchable de tamaño natural que de repente cobra vida al adquirir un corazón. Nozomi, que es como se llama la muñeca, intenta comprender el significado de lo que es "ser humano" y mientras se relaciona con una serie de personajes que viven en un barrio humilde de la ciudad de Tokio. Pocas palabras utiliza Koreeda para mostrar la soledad de todos estos personajes, simplemente plantea escenas de su cotidianeidad y deja que la cámara se mueva lentamente mostrando lo que hacen, ninguno sonrie. Nozomi casi no interviene en estas escenas, son como intermedios que hace la película mientras ella busca el significado de ser humano. No se me antoja este film como comedia dramática que es como se suele catalogar. Tal vez influya el estado de ánimo pero es película que inspira mucha tristeza y melancolía. El cine de Koreeda tiene esto, tiene la maestría de conseguir transmitir sentimientos sin mostrar más que la cotidianeidad. Y por eso su cine, pese a la peculiaridades de la sociedad japonesa, es perfectamente entendible en todo el mundo. Lo que nos retrata Koreeda ocurre en todas partes y de una manera u otra lo hemos vivido todos. No hay mejor forma de enseñar la real indiferencia que mostramos unos con otros que la escena en la que el dueño de Nozomi, Hideo, entra en el videoclub a alquilar una película; Nozomi sorprendida no quiere que la vea, pero es que Hideo no hace ni el esfuerzo de mirarla directamente a los ojos, como no miraría a cualquier dependiente de cualquier tienda mientras está pagando.

La película está escrita por el propio Koreeda, algo habitual por otra parte en su cine, aunque esta vez está basada en un manga de Yoshiie Gōda. Desde luego no es película que te deje indiferente, sobre todo por lo arriesgado de la apuesta. Comete el error de volverse algo repetitiva, Koreeda se toma demasiado tiempo hasta que decide que hay que darle un final a la búsqueda de Nozomi. Por cierto, un gran trabajo de la actriz surcoreana Bae Doo-na.