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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
3
Drama. Fantástico. Intriga Segunda parte de las tres que componen "La flor", tercer largometraje de Mariano Llinás.

Fue premiada como la mejor película en la competencia internacional del BAFICI como una sola película junto a las 2 partes restantes, que en total suman 840 minutos (14 horas), siendo exhibidas por separado. (FILMAFFINITY)
25 de septiembre de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
322/33/25/09/20) El bonaerense Mario Llinás me ha puesto cual torero a su astado un capote rojo donde pone ’13 horas y media de duración’ y yo cual tonto he entrado al tramo, o más bien me he desafiado a mí mismo a ver este bodrio infumable, pues solo así se explica que tras haber visto su primera parte (a su vez con las dos primeras historias) yo haya entrado al trapo, también es cierto que había leído que este bloque de la segunda parte (con el tercer episodio) era el mejor, y esto me hizo albergar alguna esperanza en que no sería tiempo perdido, pero resulta que mientras escribo me pego cabezazos contra la pared pues quien me devuelve a mi estos 313 minutos (más de 5 horas!!!), que encima es la parte más extensa, a que ventanilla voy yo a reclamar esta estafa?

Empieza con la frase “El Universo está en la noche” sacada de Aurélia ou le Rêve et la Vie (1855) escrito por el poeta romántico francés Gérard de Nerval, autor que indagó en su propia locura y que retrató paisajes oníricos para profundizar en las pasiones humanas (eso he transcrito!). Relato insoportable que ‘parece’ trata sobre una historia de espías que han secuestrado aun científico espacial en un aeródromo y allí esperan a que vengan a matarlas, por orden de su jefe Casterman (nombre de una editorial mítica, la editorial de Tintín, cual guiño hacia la trama en su pretenciosidad que no cubre mínimamente las expectativas con el desperdicio que ofrece). Mientras el relato se ramifica en cuatro partes, donde se nos cuenta en flash-back sobre las cuatro raptoras, haciendo que el metraje se estiren hasta el infinito y más allá y encima para quedarse in media res, pues el espectador es un cenutrio del que me puedo reír cuanto quiera, total si es capaz de llegar al final es que come la mierda que le echen. Llinás aparece en medio del tercer episodio para decirnos que quedan tres horas y media en el capítulo, y se parte el orto seguramente, ello tras haber cagado al espectador durante ya seis horas solo puede ser un zombi idiota, el director también encarna al espía Boris the Mole en el tramo romántico (eso quiere ser, puaj!). Ello adornado por una voz en off insufrible, una gota malaya que termina por hacerte un agujero en el cerebro, encima con la pedantería de que sus personajes hablen (porque yo lo valgo en francés). Un ramillete de sub-historias arrogantes, sin sustancia, mal narradas, donde parecen ser ‘suecadas’ filmadas por un grupo de amigos que juegan a ser intérpretes, dejando un tufo amateurismo serie zzz pelmazo, con asesinatos penosos, coreografías de mal chiste, dramatismo mega low cost, romanticismo de tienda de chinos, diálogos petulantes, actuaciones grimantes, humor de garrafón. Llinás se cree rodando un James Bond cuando nos pasea por varios países para dar relieve a su tostón, por Berlín, la campiña inglesa, Rusia, o la pampa argentina. Se puede incluso entender como cine experimental, pero del malo, puede que el experimento se retar al público a pensar si le están tomando el pelo.

Así se inicia la película (en la parte I): “Hay seis historias”, continúa Llinás. “Cuatro de ellos tienen un comienzo pero no un final. Es decir, se detienen en el medio: no tienen final. Luego, está el episodio cinco, que como un cuento tiene un comienzo y un final. Finalmente, está el episodio seis, que comienza en el medio y termina la película. Cada episodio tiene un género, por así decirlo. El primer episodio podría considerarse una película B, del tipo que los estadounidenses solían filmar con los ojos cerrados y ahora ya no pueden filmar más. El segundo episodio es una especie de musical, con un toque de misterio. “El tercer episodio es una película de espías. El cuarto episodio es difícil de describir. Ni siquiera yo, en el momento de hacer este prólogo, tengo una idea clara. El quinto está inspirado en una vieja película francesa, y el último trata sobre unas mujeres cautivas del siglo XIX que regresan del desierto, de los indios, después de muchos años. El remate de toda la película radica en el hecho de que todos los episodios están protagonizados por las mismas cuatro mujeres en diferentes roles. Valeria, Elisa, Laura y Pilar. Yo diría que la película trata sobre ellos y, de alguna manera, para ellos. Bien, creo que eso es todo, por ahora... "

‘La Flor (la flor) recibe su nombre del diagrama que dibuja Llinás para explicar su estructura. Los primeros cuatro episodios no tienen final; estos son los pétalos. El quinto episodio es un cortometraje con principio, medio y final; este es el ovario. La película final, el tallo, consta únicamente de un final. Con la excepción del episodio cinco, todas estas historias cuentan con las mismas cuatro actrices, Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes.’

Podría arremeter más contra este engendro pero considero que perder más de 5 horas es ya para que me den el premio al más ‘tonto’, pero es que encima me auto-desafío aún más y si he llegado hasta aquí debo hacer un esfuerzo más y terminar con la tercera aparte, solo así tendré el derecho a despotricar (no espero me sorprenda después de 9 horas) de esto que incomprensiblemente hay gente a alaba, y es que como decía El Lebrijano “Hay gente pa tó”. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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