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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Drama Un embajador americano (Marlon Brando) llega a Sarkan, un país del sureste asiático, donde parece inminente el estallido de una guerra civil. El país está dividido y existe una gran inquietud política porque los comunistas controlan casi todo el territorio; además, el pueblo desconfía del primer ministro Kwen Sai. El gobierno de los Estados Unidos invierte cuantiosos fondos en la construcción de una carretera que permitirá explotar el ... [+]
1 de abril de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
44/07(12/03/16) Fallido intento de reflejar en un film la compleja política exterior de USA en el tercer mundo durante la Guerra Fría, se agradece no sea un simple panfleto propagandístico al servicio de dar pábulo a la Guerra del Vietnam y la que ayuda del ejército estadounidense, pretende dar voz a todas los contendientes, pero se queda en la superficie, no ahonda en las raíces y motivaciones de unos y otros, queda en inocente propuesta. Se basa libremente en un best-seller, “The ugly american” (título guiño a la novela de Graham Greene “The american quiet”) de 1958 de Eugene Burdick (“Fail-safe”) y William Lederer, de gran repercusión entre los políticos americanos. Dirige el debutante en un largometraje George Englund (especialista en la tv), el guión de Stewart Stern (“Rebelde sin causa”) adapta el libro de modo en que solo se mantienen el escenario geopolítico, el título, y la idea de que USA se muestra torpe y arrogante en el extranjero, el resto es solo un esbozo de una obra mucho más compleja, con multitud de escenarios y que aquí simplifican en bastante. Su línea argumental (nada que ver con el libro) es similar a "Ben-Hur”, dos viejos amigos que se rencuentran tras muchos años, uno es el Imperio (USA), en la de romanos Mesala, aquí el embajador, y el otro el oprimido, Ben-Hur, aquí Deong, tras un encuentro que comienza con gran regocijo deriva en un duro enfrentamiento, lo dicho, muy parecido.

La cinta aborda en un tono bastante simplista como USA intentaba ganarse para la causa Capitalista a países del tercer Mundo con muchas necesidades y que casi siempre esto era apoyándose en dictadores títeres de su poder, como sucedió en Vietnam o Malasia en los años 60, la primera la perdieron tras una guerra cruenta donde los estadounidenses desde sus hogares no pudieron soportar el goteo de ataúdes llegando a su país desde un conflicto que no entendían, el segundo país la represión supuso un genocidio de más de un millón de comunistas e indeseables para el régimen (cifras oficiosas), reflejado con gran pulso en los documentales de Joshua Openheimer “The act of killing” (2012) y “The look of silence” (2014). En este film se expone de modo bastante lineal como los estadounidenses y sus enviados a estos países no se empapan del país de su cultura, de su problemática, y esto puede verse como una señal de alerta para la invasión soterrada del Vietnam por parte del ejército USA, de que había que saber cómo eran y que necesitaban antes de venderles el simplista mensaje de que los comunistas son “malos”, entiendo no es un mensaje de no intervención en Indochina pues dejan a las claras que los malos malísimos, o sea, los comunistas soviéticos, chinos y demás “villanos” esperan con la mandíbula abierta para devorar lo que los USA dejen. Entiendo es un panfleto de carácter liberal para que se haga distinción entre nacionalistas, ejemplo Deong, y comunistas, los “malos” del Norte (que poco sutiles en la referencia a Vietnam del Norte).

Expone la historia la ingenuidad con que los americanos “buenos”, como el embajador, se creen en posesión de la verdad absoluta, siempre dentro de su buenismo cándido, exhibido con dosis de arrogancia petulante, ello para afrontar problemas complejos siempre es mal enfoque. Y es que el embajador es el exponente de lo que es el guión, una visión limitada, acortada, y acartonada, es destacable que se critique a los estadounidenses, pero lo hace en un tono de condescendencia fatua. Asimismo es positivo se intente dar alma al tercer mundo, no solo a sus gobiernos, se habla de sus temores a las injerencias extranjeras que se ven como una invasión y colonización, que además solo servirá para apuntalar al déspota de turno en el poder, una marioneta del Imperio, y como si estos pueblos se sienten oprimidos se pueden echar en manos del enemigo de mi enemigo y en esta época era la URSS, de hecho el embajador MacWhite es reflejado en el film como un cónsul romano, con poder cuasi-absoluto, se reúne cuando quiere con el primer ministro y le llega a mandar el cambio de rumbo de la conflictiva carretera. En esto tiene mucho del Vietnam, de Indochina se fue derrotado el Imperio francés y entro a ocupar su lugar otra potencia, en Sarkhan echaron al Imperio nipón y llegó de modo sutil el estadounidense.

La dirección de Englund resulta un tanto deslavazada, no termina de cogerle el tono a la historia, alterna momentos de fuerza emocional con otros de acción regularmente resueltos, queda espectacular el cuasi-linchamiento del embajador en la llegada al aeropuerto por parte de una turba enloquecida, pero no te crees en una dictadura no hayan militarizado el perímetro con tantos manifestantes, inverosímil, como la otra escena de acción, la del ataque rebelde a la inauguración de obras de la carretera, mucha energía y vigor, pero no te crees ese arrollamiento insurgente cuando el Rey está presente, donde está su séquito de guardaespaldas? Cuando se sabe hay un levantamiento latente en la nación. Es un relato que discurre de modo desequilibrado, con momentos que se sienten metidos con calzador, como los americanos que han montado un hospital, había que meter un elemento de bonhomía USA.

Es una historia de buenas intenciones, que intenta que el espectador reflexione sobre el intervencionismo USA en el tercer mundo, pero los hace con recursos livianos, una cinta con muchos diálogos, y con poca acción, que llega a sentirse largo su metraje. Se hace un fresco plúmbeo, tanto que nos hurtan elementos fundamentales, como que la CIA estaría infiltrada con sus espías y “soplones”, o como que los rebeldes se quejan de la “invasión” USA pero nunca se ve atisbo de presencia militar estadounidense, quizás para dar mejor imagen de los americanos, pero se entiende Sarkhan es Vietnam, y aquí si estaba el ejército USA, con sus cuarteles y aeropuertos militares, un tanto confuso estos argumentos de los insurgentes si no se siente esta presencia militar extranjera... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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