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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
7
Comedia. Drama. Fantástico. Romance David y su hermana Jennifer son teletransportados mágicamente al mundo ficticio de una serie clásica de la televisión en blanco y negro. Allí conviven con los vecinos de un pueblo apacible y conservador, llegando a ejercer sobre ellos una gran influencia: los sacan de su marasmo y les ayudan a descubrir las principales emociones y pasiones de la vida. (FILMAFFINITY)
17 de noviembre de 2013
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 1998, cayó en manos de Gary Ross una inesperada joya: "Pleasantville", la historia de dos jóvenes que entran por arte de magia a formar parte del mundo en blanco y negro de una serie de televisión de los años 50. En manos de otro director, "Pleasantville" quizás hubiera rozado la categoría de obra maestra. Aunque Ross cumplió como pudo y el resultado fue una obra tan curiosa como la que nos ocupa.

La mejor baza de "Pleasantville" es su alegato -claro, diáfano y conciso - por el individuo en detrimento de la falacia social. Mediante los dos protagonistas foráneos, se juega a introducir la semilla de la pasión en el paraíso de la conformidad. Poco a poco, el mundo en blanco y negro empieza a cobrar vida: y en esta tesitura resulta que cada personaje empieza a despertar su conciencia individual y a hacerse cargo de su necesidad de expresarse, a través del amor, de la rebeldía, de la provocación o del arte mismo.

"Pleasantville" es una fábula sencilla, pero eficiente e incluso poética, que trata sobre cruzar el umbral donde la supervivencia empieza a transmutarse en existencia. En el que un puñado de personas se remueven sobre sus cómodos sofás, descubriendo que a fin de cuentas, no eran tan cómodos. En "Pleasantville" se habla sobre todo de elegir sentir, ese sentir que puede ser doloroso, o maravilloso, el sentir sin el cual la propia vida carece de sustancia, propósito o sentido. Porque eligiendo sentir, los personajes, o nosotros elegimos (parafraseando a los Rodríguez), disparar contra el olvido.

Reese Whiterspoon asume el papel del príncipe que despierta a la durmiente Pleasantville empezándolo todo con un beso. Y a partir de ese beso, la emoción empieza a traer el color a la vida gris y blanca de la ciudad aparentemente perfecta. Pero ¿podrían volver a dormirse aun después de haber despertado?

Deberían existir más historias como ésta.
Neathara
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