Película rodada en cuatro tercios y en blanco y negro que es protagonizada de forma indiscutible por Robert Pattinson (High Life, 2018) y Willem Dafoe (Anticristo, 2009). Además está dirigida por el mismo director que nos regaló la notable La Bruja (2015), el cual se consolida con esta película, independientemente de que al público le guste su obra o no, por un lado como un director a tener en cuenta, y por otro como un autor con películas muy personales.

Una remota y misteriosa isla de Nueva Inglaterra en la década de 1890. El veterano farero Thomas Wake (Willem Dafoe) y su joven ayudante Ephraim Winslow (Robert Pattinson) deberán convivir durante cuatro semanas. Su objetivo será mantener el faro en buenas condiciones hasta que llegue el relevo que les permita volver a tierra. Pero las cosas se complican cuando surjan conflictos por jerarquías de poder entre ambos.

Ante todo decir que El Faro no es una película que pueda gustar a nivel general, ya que tiene un ritmo muy pausado con muchos diálogos y pocas escenas explícitas. Además, deja muchas cosas al espectador, ya que a la película se le pueden hacer diversas lecturas (unas más claras que otras). No obstante, lo que esta muy claro es que el film tiene un nivel técnico muy elevado, con unas interpretaciones titánicas de sus dos protagonistas con algunos diálogos que dejan al espectador boquiabierto. Por otro lado destacar una labor genial tras las cámaras de Robert Eggers, que utiliza un formato muy raro en estos tiempos de forma excepcional, consiguiendo algunos planos que están a medio camino entre lo vintage y lo bizarro, además de una ambientación y vestuario, al igual que en su ópera prima, envidiable.

El Faro es una película que llega a aburrir en algunos puntos ya que su duración es algo excesiva para lo que pretende contar, pero es una buena película que merece la pena ver para quien disfrute este tipo de cine.

Nota personal 7/10