Película noruega que mezcla fantasía con terror, que es el primer largometraje del director del corto Kind Of Fishy (2012), y que está protagonizada por los desconocidos Morten Andresen, y Erlend Nervold.

Leo trabaja en una empresa de limpieza especializada en retirar fluidos y órganos de escenas del crimen o sujetas a una investigación policial. Cuando su asistente le dice que no podrá acudir al trabajo, Leo le pide a su amigo Elvis que le eche una mano. Uno de sus encargos les hace ir hasta una cabaña aislada en medio del bosque; allí encontrarán, dentro de una bañera, a una mujer joven, desnuda...y con cola. Lo único que sale de su boca son chillidos, su comportamiento es salvaje. Y parece ser que no es la única de su especie...

Se pueden encontrar pocos elementos de terror en la película, limitándose a unas pocas escenas en que los horribles efectos digitales sacan al espectador de la experiencia. La cinta se centra en elementos intimistas que poco importan al espectador, con una pareja protagónica con situaciones que se ven a lo lejos que pretenden causar la empatía de forma fallida, y que lastran un escueto metraje de 77 minutos al que le cuesta demasiado arrancar, haciéndose largo de todos modos. Las actuaciones pasan desapercibidas en todo momento y no ofrecen nada a destacar, lo que suma enteros a una cinta centrada prácticamente por completo en tres personajes, y el ritmo resulta pausado, tocando muy de pasada la mitología de referencia para la película.

Thale es una película mediocre a todas luces, que pese a que se nota su escaso presupuesto, se podría haber sacado mucho más partido a las criaturas que la ocupan para realizar una propuesta medianamente divertida.

Nota personal 4/10