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España España · Valladolid
Voto de Quiscol:
8
Thriller Una Roma repleta de políticos, malhechores, figuras de las instituciones, eclesiásticos y mafiosos que, en lugar de verse perjudicados por los escándalos de corrupción, aumentan su poder de manera exponencial: “una gangster movie que refleja el final de una era, de un mundo político y un mundo criminal que se está convirtiendo en otra cosa, aún no sabemos bien qué, y que, por tanto, se agita dejando a su paso restos de sangre a la ... [+]
21 de septiembre de 2016
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La tensión de esta película comienza en el minuto primero y se alarga hasta los títulos de crédito. La música, las escenas de violencia, la competencia entre los líderes de las bandas, las drogas y las escenas de lluvia nocturna, mantienen y acrecientan esta tensión. El espectador normal no está acostumbrado a la vida de excesos que se muestra en la película, a esa continua escalada de violencia, a ese permanecer con vida en la cuerda floja, a ese vive el momento porque el siguiente seguro que no lo vives, a ese salir de los problemas metiéndote en otro más grande. Pero al mismo tiempo, sentirte espectador de los problemas de los mafiosos, de los camorristas, de los corruptos, de los extorsionadores, de los crápulas, de los adictos a las drogas, de los adictos al sexo, de los políticos indecentes, de la iglesia pecaminosa, de las prostitutas de lujo, produce cierto morbo y te mantiene atento a la pantalla, cual voyeur invisible desde el patio de butacas. Luego llega el momento de reconciliarse con el director cuando enrabieta a los más indefensos y les confiere poder para responder con fuerzo bruta ante los ataques padecidos. Porque el odio y la brutalidad está al alcance de todos y por eso la violencia se paga con violencia hasta el infinito, hasta que no queda nadie al que infringir dolor.
Apasionante entrecruce de historias de todos los personajes en busca de sus ambiciones personales hasta que se estrellan con sus propias limitaciones. La verdad es que no hace falta imaginarse políticos y mafiosos italianos; perfectamente en España se ven reflejados todos los personajes viviendo en ese filo de la navaja que supone la negación de los principios de cada cual.
Quiscol
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