Si sale Gary Oldman, la película debe de ser buena. Es lo que pensé, porque Gerard Butler no me convence tanto como actor. Sin embargo, cuando me puse a verla empezó a aburrirme este enésimo intento maniqueo del cine americano por poner a los rusos como malos malísimos, pero inventándose el nombre del Presidente para no meterse en un jardín (viendo lo que es capaz el actual, cortos se quedarían).
Una caza del gato y del ratón que recuerda demasiado al Octubre Rojo y que tampoco aporta nada nuevo al género. Además, el abuso de su jerga militar y de posicionamientos termina por descolocarte. Y luego aparte está la unidad de salvamento de Takiyistán, siempre con los típicos tacos y chulerías.