Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Rómulo:
7
Thriller. Drama Joe (Joaquin Phoenix), ex marine y antiguo veterano de guerra, es un tipo solitario que dedica su tiempo a intentar salvar a mujeres que son explotadas sexualmente. No se permite ni amigos ni amantes y se gana la vida rescatando jóvenes de las garras de los tratantes de blancas. Un día recibe la llamada de un político porque su hija ha sido secuestrada. (FILMAFFINITY)
17 de enero de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En realidad, nunca estuviste aquí

"Nací en un barrio pobre de Glasgow, de gente trabajadora. No era un entorno muy favorable desde luego para las mujeres, y tenías que espabilar para hacer las cosas por ti misma." Como carta de presentación, esta declaración de la escocesa Lynne Ramsay dice mucho sobre la fragua en la que moldeó su carácter y la desigual lucha que hubo de sostener en aquel Glasgow de los años 70 para poder sobresalir en un entorno en el que las mujeres no eran sino instrumentos de carga o esclavas incondicionales al servicio y capricho de los hombres. Y eso se nota en el cine de Ramsay, poseedora de una vigorosa fuerza y estilo personalísimos que se alejan notablemente de la muy convencional narrativa de los thrillers americanos.
"En realidad, nunca estuviste aquí", que ella misma dirige y escribe, es un buen ejemplo de ello. Se confiesa fiel admiradora de Scorsese y algún rastro del director neoyorkino -sobre todo si revisamos su gran éxito primerizo "Taxi Diver" estrenada, se dice pronto, hace ya 42 años- se percibe claramente en este su cuarto largometraje. Ramsay ha creado un lenguaje propio y nada habitual que desorientará a cierto tipo de público acostumbrado a guiones más lineales y muchísimo menos complicados de digerir.
Filmada en Nueva York, nos muestra una ciudad sombría, turbia, sórdida en algunos momentos, pero siempre viva, despierta las 24 horas del día y nada reconocible para el turista o visitante de paso. Nos deslumbra con increíbles travellings desde el asiento delantero del coche que conduce Joe, nuestro desconcertante y hermético protagonista, en donde Ramsey ha instalado el insobornable ojo de su cámara.
Parca en diálogos, la película se explica, y muy bien, a través de sus imágenes; en breves y continuos flash-backs vamos descubriendo las razones que desgarran a nuestro personaje y las cicatrices que éstas han dejado marcadas en su cuerpo y alma. Es una cinta dura, incluso brutal, va al grano y su directora resuelve en apenas 95 min una narración en la que otros directores hubieran empleado bastante más tiempo.
Joaquin Phoenix, actor que no necesita presentación, completa nuevamente una magistral actuación y su imponente humidad que, como un oso herido, arrastra pesadamente a lo largo de su descarnada peripecia, llena e ilumina la pantalla.
Una música contundente, potente, como un martillo -si ven la película entenderán por qué- nos sobresalta de manera eficaz y en el momento adecuado. Para mi sorpresa, también la dulce melodía "Angel Baby", aquella preciosa y romántica canción que dio fama a Rosie Hamlin en 1960 con tan sólo 15 años, nos acompaña durante todo el metraje. Y es que, curiosamente, yo tenía entonces su misma edad cuando la escuchaba embobado una y otra vez mientras dejaba volar mi desmedida imaginación adolescente.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow