Una historia de venganza demasiada aletargada, tanto que, cuando nos damos cuenta, el sueño se ha apoderado de tu visión. Pero si eres capaz de aguantar hasta el final, te decepcionará.

Porque que sea una historia basada en hechos reales, poco o nada importa. Que la cataloguen como género "aviones" o "venganza", me parece casi patético. Que la consideren como thriller se escapa de las manos. Y aunque, tal vez, el único acierto pudiera ser clasificarla como un drama, tampoco funciona.
Visto lo visto, quien mucho abarca...

Por supuesto, lo mejor con diferencia el papel de Scoot McNairy, cuyo personaje es tratado con cierta profundidad.