Tengo que decir que, al haber vivido gran parte de mi vida en un pueblo, cuya economía se basaba en la agricultura, hace que se me haga un poco repetitivo esta parte de la película y sienta un poco de rechazo. Pero el conflicto de que prefería una vida sin preocupaciones como en mi infancia, está muy presente, lo mismo que le ocurre a nuestra protagonista, y por eso la parte de los recuerdos de su niñez ha sido lo que más valoro de esta película, si hubiera sido por mí, toda la película habían sido recuerdos.
Respecto a la animación solo hay algo que no me gusta, porque le han puesto tantas arrugas a la protagonista cuando es adulta, parece una mujer de 40 años, en lugar de una de 20. El resto es perfecto, típico del estudio.
La película, desde la subjetividad, se me ha hecho muy lenta, pero su final, que consigue entrelazar el pasado con el presente, y la forma en que lo hace, ha hecho que mereciera la pena la espera.