Si hay una filmografía que sabe sacar mucho de poco, esa es la francesa, con un simple guion y un par de personajes principales te sacan un proyecto adelante y encima funciona. En esta ocasión es el director Grégory Magne con su primera película en solitario quien lo consigue. Estamos ante una película llena de encanto, con dos personajes muy distintos y de niveles sociales diferentes, que se encuentran y se dan cuenta que se necesitan.

La película empieza en un juzgado donde Montel (Guillaume Favre), un hombre divorciado está dispuesto a conseguir la custodia compartida de su hija Léa, de diez años. Para ello tendrá que conservar su trabajo y poder cambiarse a un piso más grande. Trabaja como conductor personal en Élite Driver, una actividad que le proporciona a una nueva y original clienta: Anne Walberg (Devos).

Anne es una mujer solitaria, que tiene un don en su nariz, es capaz de oler cualquier cosa, esa capacidad le ha servido para ser la creadora de muchos de los mejores perfumes del mundo, e incluso trabajo muchos años para Dior. Pero ahora debido a un problema que tuvo está en horas bajas y vende su talento olfativo a diferentes empresas y su labor es: reconstruir el mismo olor de una gruta prehistórica de la que se va a construir una réplica, enmascarar los humos nauseabundos de una fábrica, crear desodorantes.

Podemos decir que Anne es una mujer muy difícil de manejar, es maniaca y solo puede vivir con sus perfumes alrededor, por eso no se lleva bien con ninguno de los conductores asignados, hasta que aparece Montel y poco a poco van congeniando. Entre ellos empezará a surgir una especie de magia y las cosas empezarán a funcionar para los dos.

La película funciona bastante bien, gracias sobre todo a los dos actores protagonistas, que se nota que congenian muy bien y a un guion muy sencillo, pero lleno de matices. Estamos ante una cinta que alterna muy bien la road movie con las escenas en interiores. La película toca temas muy interesantes, como son las distintas clases sociales, la soledad, la relación de padres con hijos y la vocación de cada persona.

Yo pasé un rato muy agradable y encima aprendí cosas sobre los perfumes que ni mucho menos había oído en mi vida. Pero sobre todo me quedo con la interpretación maravillosa de Emmanuelle Devos, siempre está bien y su sola presencia en pantalla, ya hace que merezca la pena pagar una entrada. Tengo que decir que me quede con ganas de más historia y creo que la corta muy pronto y de forma precipitada, para mí gusto tenía que haber seguido un poco más.

Lo mejor: La química entre los dos actores principales
Lo peor: Un desenlace algo precipitado.

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