Guillaume Senez nos presenta su opera prima, una historia sobre el primer amor adolescente, la historia arranca con unas imágenes de extrema fragilidad y con una cristalina delicadeza que te meten en escena de manera inmediata.
El director tiene una manera de grabar muy particular, muy similar a los hermanos Dardenne, con la cámara muy encima de los personajes y mostrando todos los detalles que van surgiendo.
La noticia inesperada de una embarazo no deseado les cambiará la vida a ambos, aún asi dedicen seguir adelante con el mismo. Las diferencias de clase entre ambas familias y la negativa por parte de la madre de ella a que su hija cometa los mismos errores que cometió ella en el pasado serán uno de los aspectos fundamentales de la historia.
Keeper es una película muy humana donde no se cae en sentimentalismos, quizá el director le de más protagonismo al papel del padre, pero la actuación de la joven actriz es maravillosa.
Final algo inesperado

Lo mejor: La pareja protagonista
Lo peor: Historia ya contada muchas veces