Aunque de origen egipcio, el director Tarik Saleh nació en Estocolmo y en Suecia desarrollo toda su carrera. En 2009 nos presento su opera prima “Metropia”, trabajo de animación premiado en Venecia, luego en 2014 firmó “Tommy”. En esta ocasión nos presenta su último trabajo, un thriller policiaco que triunfo en la última edición del Festival de cine de Valladolid, donde ganó los premios al mejor guion, mejor director y mejor película. También fue premiada en Sundance donde ganó el premio a la mejor película internacional. En los premios de la academia sueca gano 5 premios, incluido el de mejor película.

La historia que nos cuenta transcurre en el año 2011 donde el policía corrupto (Noredin Mustafa) investiga el caso de una joven asesinada en el Hotel Hilton del Cairo. El agente está acostumbrado a saltarse todas las leyes en su día a día. Siguiendo la investigación y mientras trata de localizar a la única testigo del crimen, una camarera sudanesa que resiste ilegalmente en Egipto, se le van cerrando puertas debido a los que manejan la verdadera realidad del país. Promotores inmobiliarios y políticos aparecen de una forma u otra en el punto de mira del agente, para quien el caso se convierte en un asunto personal que le hará hasta replantearse su vida profesional.

La película nos ofrece en todo momento una mirada bastante pesimista, con una imagen de impunidad. De fondo podemos ver las calles de El Cairo, donde las protestas de los manifestantes se vieron en todo el mundo, hastiadas de los desmanes de su clase política y también de una corrupción sistemática que se extendía hasta los cuerpos policiales.

Mientras la tensión va aumentando y amenaza con estallar de manera incontrolada, el policía intentará sortear las trabas que le impiden seguir con su investigación. Es un perfecto thriller a la antigua usanza, con todo tipo de amenazas, confidentes, trampas y pistas falsas.

La película termina dejando un poso amargo, dando la sensación que todas esas manifestaciones que se llevaron a cabo en la Plaza de la libertad solo fueron una cortina de humo instrumentalizada por un sistema completamente manipulado.

Muy recomendable sobre todo si eres amante de este tipo de cine seco, con impacto social y con un guión muy bien presentado y sobre todo desarrollado.

Lo mejor: El guion y la unión entre cine político y cine social.
Lo peor: Cuesta un poco centrarse con tanto personaje.